Sábado, 11 se (RV).- «Hacia el Reino Unido». Es el título del editorial del Padre
Federico Lombardi, para el informativo semanal ‘Octava Dies’, del Centro Televisivo
Vaticano.
El jueves 16 de
septiembre el Papa volará a Edimburgo para iniciar allá, acogido oficialmente por
Su Majestad la Reina Isabel, uno de los viajes más esperados de su Pontificado, aquel
en el Reino Unido.
El miércoles pasado el Papa manifestó su gratitud
por la invitación recibida, porque sabe bien del compromiso y de la atención con la
que no solo Su Majestad y el Gobierno, sino también el primado anglicano –arzobispo
de Canterbury-, y naturalmente toda la Iglesia católica de Inglaterra, Gales y Escocia,
se preparan a los numerosos encuentros previstos. También las expectativas y el interés
en la sociedad británica van creciendo, más allá de algunas rumorosas, pero siempre
marginales manifestaciones de disenso. Se confirma en efecto la percepción de que
la gran autoridad religiosa y moral del Papa podrá ofrecer una contribución específica
importante, serena, positiva y constructiva, de orientación para los grandes desafíos
del mundo de hoy. Ciertamente, el encuentro del Papa con los más cualificados representantes
de las instituciones y de la sociedad civil en la histórica Westminster Hall representará
uno de los momentos culminantes del viaje.
Pero será en la beatificación
del cardenal Newman que el mensaje de esta visita alcanzará pleno sentido. Este inglés
a quien el Papa ha definido “verdaderamente grande”, rico de “amable sabiduría” y
“ejemplo de integridad y santidad de vida”, que con sus escritos y sus obras es fuente
de inspiración para la Iglesia y la sociedad en tantas partes del mundo, encarna en
el modo más convincente el fruto fascinante de la síntesis profunda entre la fe cristiana
y el espíritu británico y su permanente fecundidad para el mundo de hoy y de mañana.