México: celebración del bicentenario en la Basílica de Guadalupe
Martes, 31 ago (RV).- La Conferencia Episcopal Mexicano, invita a participar mañana
miércoles 1 de septiembre, a mediodía, a la Concelebración Eucarística en la Insigne
y Nacional Basílica de Guadalupe, para dar gracias a Dios por el don de la libertad,
y en ella, ofrecer a María de Guadalupe, los esfuerzos pastorales en la Semana de
Oración por el País, que se llevará a cabo del 9 al 15 de septiembre en todo el país.
En
el marco de las celebraciones del Bicentenario de la Independencia y del Centenario
de la Revolución Mexicana, la Conferencia del Episcopado presentó la Carta Pastoral:
“Conmemorar nuestra historia desde la fe para comprometernos hoy con nuestra Patria”,
sumándose así al diálogo nacional por la construcción de un proyecto al servicio de
la Nación que genere un futuro con esperanza para nuestro país. A través de esta Carta
Pastoral los obispos comparten al pueblo de México un ejercicio de reflexión y discernimiento
realizado durante dos años a través de diversas actividades como lo fueron las Jornadas
Académicas Iglesia e Independencia -donde participaron académicos de ambientes plurales-,
para comprender mejor ambas gestas históricas y la participación de la Iglesia en
ellas.
La Carta de 72 páginas dedica una primera parte a “Una Mirada a la
propia historia desde la fe”, donde recoge los hechos más significativos del pasado
y señala que la vitalidad de la Fe en Jesucristo ha sido un elemento presente y dinamizador
en la construcción gradual de la identidad de la Nación. Asimismo destaca que el Acontecimiento
Guadalupano tuvo un eco profundo en el pueblo naciente, fue germen de reconciliación
y fraternidad y ha continuado presente en los eventos históricos más significativos
del país.
La segunda parte se titula “Servir a la Nación, colaborando a construir
un proyecto cultural desde la fe” y la tercera “Protagonistas todos, en la construcción
de un futuro con esperanza”, invitando con esto a renovar la conciencia sobre la responsabilidad
que tienen todos ante los actuales desafíos. En particular, los obispos asumen que
la reconciliación debe ser un servicio de la Iglesia en medio de la sociedad mexicana,
a través del testimonio, del respeto, del perdón y de la valoración de los demás,
aún cuando haya grandes diferencias.
La Carta Pastoral concluye que “México
es una gran nación con una historia y una vocación providenciales, un país bendecido
por Dios que debe seguir su camino, siempre inconcluso, hacia su propio desarrollo,
en colaboración fraterna con las demás naciones del Continente Americano y del mundo
entero.