Universidad católica: “signo vivo y prometedor de la fecundidad de la inteligencia
cristiana en el corazón de cada cultura”
Domingo, 15 ago (RV).- Este domingo se celebra el vigésimo aniversario de la firma,
por parte del Papa Juan Pablo II, de la Constitución Apostólica “Ex corde Ecclesiae”
sobre las universidades católicas, mediante la cual el Siervo de Dios compartía con
todos su profunda estima por la Universidad Católica y su vivo aprecio por el esfuerzo
que en ella se viene realizando en los diversos campos del conocimiento.
La
Constitución Apostólica “Ex corde Ecclesiae” sobre las universidad católica, recuerda
que ésta nace del corazón de la Iglesia y se inserta en el curso de la tradición que
remonta al origen mismo de la Universidad como institución. “Por su vocación la Universidad
se consagra a la investigación, a la enseñanza y a la formación de los estudiantes,
libremente reunidos con sus maestros animados todos por el mismo amor del saber”.
Convirtiéndose en “signo vivo y prometedor de la fecundidad de la inteligencia cristiana
en el corazón de cada cultura”.
El punto 7 de la Constitución Ex Corde Ecclesiae
subraya: “En el mundo de hoy, caracterizado por unos progresos tan rápidos en la ciencia
y en la tecnología, las tareas de la Universidad Católica asumen una importancia y
una urgencia cada vez mayores”. En este contexto, la Constitución sobre la Universidad
Católica destaca, que éstas están llamadas a una continua renovación, “está en juego
el significado de la investigación científica y de la tecnología, de la convivencia
social, de la cultura, pero, más profundamente todavía, está en juego el significado
mismo del hombre”. Tal renovación exige la clara conciencia de que, por su carácter
católico, la Universidad goza de una mayor capacidad para la búsqueda desinteresada
de la verdad; búsqueda, pues, que no está subordinada ni condicionada por intereses
particulares de ningún género”.