El cardenal Cañizares resalta la apuesta del mundo universitario por la vida
Sábado, 31 jul (RV).- «La esperanza de nuestra cultura tiene nombre: la vida humana»
ha sido el título de la conferencia impartida ayer por el cardenal Antonio María Rouco
Varela, Arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, y con
la que ha clausurado el curso de verano ‘El inmenso valor de la vida humana’, que
se ha celebrado en Aranjuez, organizado por la Universidad Rey Juan Carlos en colaboración
con la Universidad Católica de Valencia.
Desde el lunes, los ponentes han ido
analizando la riqueza de la vida, mostrando el valor intrínseco de todo ser humano,
desde sus múltiples facetas. Desde los ámbitos de la jurisprudencia, la biología,
la antropología, la sociología, la medicina y la ecología, se han tratado los temas
relacionados con la nueva ley del aborto en España, la dignidad inviolable de todo
ser humano, la cultura de la vida como contexto en el que se desarrolla occidente,
la economía y los medios de comunicación y la relación hombre y planeta.
Todo
ello, afianzado en la Encíclica ‘El Evangelio de la vida’, que el siervo de Dios Juan
Pablo II, firmó el 25 de marzo, solemnidad de la Anunciación del Señor, de 1995, dirigiéndola
los obispos, a los sacerdotes y diáconos, a los religiosos y religiosas, a los fieles
laicos y a todas las personas de buena voluntad, sobre el valor y el carácter inviolable
de la vida humana.
Destacando la actualidad y vigencia de este documento
pontificio, el cardenal español Antonio Cañizares Llovera, prefecto de la Congregación
para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, que dirigió este curso, introdujo
los trabajos titulando su ponencia «Quince años después de la Encíclica Evangelium
Vitae». Este purpurado español nos cuenta qué ha sido esta semana por la vida y subraya
cuán esperanzador es constatar que en el mundo universitario también se apuesta por
la vida, para salir al paso del relativismo que intenta impedir la ‘cultura de la
vida’: