Relaciones Federación Rusa y Santa Sede caracterizadas por la creciente cooperación
Martes, 27 jul (RV).- Hoy se hicieron públicos los detalles del intercambio de las
cartas credenciales entre la Santa Sede y la Federación Rusa que tuvo lugar en dos
momentos: el pasado 26 de junio el arzobispo Dominique Mambertí, secretario para las
Relaciones con los Estados, acogió las cartas que acreditan al señor Nikolaj Sad-lichov
como primer embajador de la Federación Rusa ante la Santa Sede, y en una ceremonia
similar desarrollada el pasado día 15 de julio, en el salón de honores del ministerio
de Asuntos Exteriores en Moscú, Mons. Antonio Mennini, arzobispo titular de Ferento,
también presentó las cartas credenciales de primer Nuncio Apostólico en la Federación
Rusa al Sr. Sergej Lavrov, ministro de Asuntos Exteriores.
A la ceremonia
siguió un encuentro cordial en el que participaron Alexandr Krusko, viceministro de
Asuntos Exteriores, el embajador Oleg Bel-osus, director del primer departamento para
los Asuntos Europeos, el Sr. Alexandr Nuri-dazé, vicedirector del mismo departamento
y el mismo Sad-lichov, embajador de la Federación Rusa ante la Santa Sede.
Para
subrayar la magnitud histórica de este evento, el Krusko en un discurso hizo un recorrido
sobre el desarrollo de las relaciones bilaterales entre la Federación Rusa y la Santa
Sede, que en los últimos años, se ha caracterizado por una “creciente sintonía de
espíritu y cooperación”. El viceministro ruso se hizo además portador de los auspicios
del presidente Dimitrj Medvedev al primer nuncio apostólico en la Federación Rusa,
expresando el deseo de que la colaboración siga dando frutos sobre los grandes desafíos
morales y éticos que se presentan a los hombres de nuestro tiempo.
Por su
parte, el primer Nuncio Apostólico en la Federación Rusa, el arzobispo Antonio Mennini,
recordó que la Federación Rusa y la Santa Sede en muchas ocasiones -y en el ámbito
de los encuentros internacionales- han encontrado una válida sintonía en la preservación
de los valores morales además de la promoción de la paz, y se hizo intérprete del
saludo cordial del Santo Padre al Jefe del Estado ruso, asegurando su colaboración
para un mayor refuerzo de las relaciones con el Gobierno, así como para el crecimiento
moral y espiritual del pueblo ruso.