Editorial ‘Octava dies’: “El Papa y la comunión de la Iglesia”

Sábado, 3 jul (RV).- “El Papa y la comunión de la Iglesia”, es el título del editorial del p. Federico Lombardi, Directo de la Oficina de prensa de la Santa Sede, para el informativo semanal Octava Dies del Centro Televisivo Vaticano.
 
"En el curso de los últimos días las palabras y los actos del Papa han sido excepcionalmente intensos y determinantes para la vida de la comunidad de la Iglesia. Y es significativo que se hayan condensado en torno a las celebraciones de la solemnidad de los Santos Pedro y Pablo, que justamente vuelven a proponer a nuestra atención la misión confiada por Cristo a Pedro y a sus sucesores para el apoyo y la orientación de la fe de la comunidad de los creyentes. Entre las iniciativas tomadas por el Papa en estos días resalta la constitución de un Dicasterio para la promoción de la nueva evangelización en los Países en vía de secularización, pero de nuestra parte quisiéramos resaltar en particular su compromiso personal y directo por la unión de las comunidades de la Iglesia. El Papa ha repetido varias veces que los peligros y las tentaciones más graves para la Iglesia vienen de su interior. En tiempos difíciles, como aquellos que atravesamos, las tensiones inducidas desde el exterior hacen también más fácil emerger tensiones internas y esto contribuye a aumentar confusión e incertidumbre. Las audiencias que el Papa ha querido, el pasado lunes, encontrando los cardenales Schoenborn y Sodano, y el jueves al obispo emérito de Ausburgo, demuestran que él se empeña en primera persona con todo esfuerzo para resanar las tensiones e incomprensiones que afligen a la comunidad. “En tiempos de contraste e inseguridad, el mundo espera de los cristianos el testimonio coral que ellos, en base a su encuentro con el Señor resucitado, son capaces de ofrecer y en el cual son de ayuda los unos a los otros, como también a la entera sociedad para encontrar la vía justa hacia el futuro”. Así concluye el comunicado sobre la audiencia del jueves. Estos son los sentimientos del Papa, su testimonio exquisitamente evangélico y claro. Debemos seguirlos".