El Papa señala que la JMJ Madrid 2011, no es una simple reunión multitudinaria, sino
una ocasión privilegiada para que los jóvenes del mundo entero se dejen conquistar
por el amor de Cristo
Viernes, 2 jul (RV).- Santo Padre ha recibido en la Sala del Consistorio, al cardenal
Antonio Maria Rouco Varela, arzobispo de Madrid, que iba acompañado de una Delegación
de Promotores de la Jornada Mundial de la Juventud 2011. Dirigiéndose a ellos, el
Papa ha agradecido la labor que se está haciendo en Madrid para organizar este importante
encuentro del Papa con los jóvenes: “Agradezco vivamente
las amables palabras que el Señor Cardenal Arzobispo de Madrid ha tenido la bondad
de dirigirme en nombre del Patronato de la Fundación Madrid vivo, así como de todos
vosotros, en este camino de preparación de la Jornada Mundial de la Juventud, que
se celebrará en la capital de España en agosto del año próximo. Son muchos los jóvenes
que tienen puestos sus ojos en esa hermosa ciudad, con el gozo de poder encontrarse
en ella, dentro de pocos meses, para escuchar juntos la Palabra de Cristo, siempre
joven, y poder compartir la fe que los une y el deseo que tienen de construir un mundo
mejor, inspirados en los valores del Evangelio”.
El Santo Padre ha animando
a todos los organizadores de la Jornada Mundial de la Juventud a proseguir trabajando
para hacer del evento del próximo año en la capital de España un encuentro especial
para descubrir a Cristo en el corazón de los hermanos. “Os invito a todos a
seguir colaborando generosamente en esta bella iniciativa, que no es una simple reunión
multitudinaria, sino una ocasión privilegiada para que los jóvenes de vuestro país
y del mundo entero se dejen conquistar por el amor de Cristo Jesús, el Hijo de Dios
y de María, el amigo fiel, el vencedor del pecado y de la muerte. Quien confía en
Él, jamás queda defraudado, sino que halla la fuerza necesaria para elegir el camino
justo en la vida. A todos vosotros y a vuestras familias os recordaré fervientemente
en la oración, pidiendo a Dios que bendiga los esfuerzos que estáis realizando para
que la próxima Jornada Mundial de la Juventud alcance copiosos frutos. Que María Santísima
os acompañe siempre con amor de Madre. Muchas gracias”.