El Papa bendice la imagen de María ‘Salus populi romani’ y subraya que “sólo la caridad
que lleva a la fe y a la esperanza, y la mejor apología de la fe católica, salvará
al mundo"
Jueves, 24 jun (RV).- Esta mañana, Benedicto XVI ha salido del Vaticano para bendecir
la imagen restaurada de la Virgen, que – en el Centro Don Orione, desde la colina
romana de Monte Mario – vela sobre la ciudad de Roma, desde cuando fue colocada en
1953, cumpliendo un voto de más de un millón de romanos, durante la segunda guerra
mundial.
El Santo Padre ha aceptado con alegría la invitación a rendir homenaje
a esta majestuosa imagen de María ‘Salus populi romani’, que hace algunos meses, debido
a un fuerte viento, había caído de la alta columna que la sostiene.
Tras hacer
hincapié en que es ‘memoria de eventos dramáticos y providenciales, inscritos en la
historia y en la conciencia de la ciudad de la que el Papa es Obispo, Benedicto XVI
ha recordado que el Venerable Pío XII acogió la devota iniciativa del pueblo, que
se encomendaba a María, impulsada por las obras romanas de Don Orione y el voto fue
pronunciado el 4 de junio de 1944, ante la imagen de la Virgen del Divino Amor. Y,
precisamente ese mismo día tuvo lugar la pacífica liberación de Roma.
Renovando
hoy ese gesto de devoción a la Virgen, el Papa - cuyas palabras han sido acogidas
con grandes aplausos - ha deseado que la Madre de Dios y Madre nuestra sea primicia
y compañera de vida de todos y guía segura que acompaña en el camino de la imitación
de Jesucristo:
«Que la ‘Madonnina’ – la ‘virgencita’ – como la llaman con amor
los romanos, en el gesto de mirar desde lo alto los lugares de la vida familiar, civil
y religiosa de Roma, proteja a las familias, suscite propósitos de bien y sugiera
a todos anhelos de cielo. ‘Mirar al cielo, rezar, y luego adelante con valentía y
trabajar ¡Ave María y adelante!’, exhortaba san Luis Orione».
Exhortación que
Benedicto XVI ha renovado, poniendo de relieve la importante herencia espiritual de
los orioninos: «En su voto a la Virgen los romanos, además de prometer oración y devoción,
se comprometieron también en obras de caridad. Por su parte los orioninos realizaron
en este Centro de Monte Mario – aún antes que la imagen – la acogida de los niños
mutilados y huérfanos. El programa de san Luis Orione – ‘Sólo la caridad salvará el
mundo’ – tuvo aquí una significativa concretización y llegó a ser un signo de esperanza
para Roma, junto con la ‘Virgencita’ colocada en la colina. Queridos hermanos y hermanas,
herederos espirituales del Santo de la Caridad, Luis Orione, el Capítulo General que
acaba de concluir ha tenido como tema precisamente esta exhortación tan querida a
vuestro Fundador. ‘Sólo la caridad salvará al mundo’. Bendigo el propósito y las decisiones
que han sido adoptadas para relanzar ese dinamismo espiritual y apostólico que siempre
os debe caracterizar. Don Orione vivió de forma lúcida y apasionada la tarea de la
Iglesia de vivir el amor, para hacer entrar en el mundo la luz de Dios».
Invitando
a los discípulos de este santo a perseverar en la misión espiritual y apostólica de
la caridad, que ‘es la mejor apología de la fe católica’ y ‘abre los ojos de la fe
y calienta los corazones con el amor de Dios, el Papa ha alentado a los Hijos de la
Divina Providencia a seguir el camino que inició su Fundador, evocando sus palabras
y recordando que ‘la caridad arrastra, la caridad mueve y conduce a la fe y a la esperanza’.
Sin olvidar nunca la importancia de una vida espiritual auténtica y santa.
Pues
las obras de caridad – como actos personales y como servicio a las personas débiles,
que impulsan las grandes instituciones – nunca se deben reducir a meros gestos filantrópicos,
sino que deben permanecer siempre como expresión del amor providente de Dios. Sólo
así es posible pasar de las obras de caridad a la caridad de las obras, ha subrayado
nuevamente Benedicto XVI, reiterando como decía san Luis Orione que «de nada valen
las obras sin la caridad de Dios».
En su saludo a todos los participantes en
este significativo evento, el Papa se ha dirigido al Cardenal Vicario Agostino Vallini,
a los obispos presentes, a don Flavio Peloso que ha sido reelegido como guía de la
Obra de Don Orione y a los religiosos que han realizado su décimo tercer Capítulo
General.
Y saludando también al alcalde de la capital italiana, el Santo Padre
ha agradecido de antemano el Concierto que se ofrecerá en su honor en el Capitolio,
el próximo 29 de junio – solemnidad de los Santos Pedro y Pablo – gesto – ha señalado
Benedicto XVI – que testimonia el afecto hacia el Papa de parte de toda la ciudad
de Roma. En este día de la Natividad de San Juan Bautista, el Pontífice ha felicitado
al mismo alcalde por ser hoy el día de su santo.