Santos Pedro y Pablo: visita de la delegación del Patriarcado ecuménico e imposición
del Palio
Miércoles, 29 jun (RV).- Para la Solemnidad de los Santos Patronos Pedro y Pablo de
este año Su Santidad Bartolomé I, Patriarca Ecuménico, envía, como es tradicional,
su delegación a Roma, como la que el Santo Padre envía al Fanar para la fiesta de
San Andrés, hermano de Pedro y protector de la Iglesia de Constantinopla. La delegación
participará en las vísperas del 28 de junio, que serán presididas por el Santo Padre
Benedicto XVI en la Basílica Papal de San Pablo Extramuros y al día siguiente, 29
de junio, fiesta de los Santos Pedro y Pablo, la delegación estará presente en la
celebración que presidirá el Santo Padre en la Basílica Vaticana. La delegación será
recibida en audiencia por el Santo Padre Benedicto XVI y como siempre mantendrá conversaciones
con el Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos.
En
preparación a la Solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, patronos de Roma
y que celebraremos el martes, 29 de junio, Mons. José Ignacio Alemany, obispo emérito
de Chachapoyas y director de Radio María Perú nos habla acerca de la importancia de
San Pablo en la evangelización de los pueblos.
En esta solemnidad
de los Santos Pedro y Pablo, Apóstoles y Patronos de Roma, el Santo Padre Benedicto
XV impondrá el sagrado Palio a más de 30 arzobispos metropolitanos. De estos arzobispos,
tres proceden de España. Se trata del arzobispo de Sevilla, Mons. Juan José Asenjo
Peregrina, el de Oviedo, Mons. Jesús Sanz Montes y el de Valladolid, Mons. Ricardo
Blázquez Pérez. Con motivo de esta imposición del Palio que tendrá lugar en la Basílica
de San Pedro, el arzobispo de Oviedo y Administrador Apostólico de Huesca y de Jaca
ha escrito una carta a los fieles de su Archidiócesis explicando el significado del
palio arzobispal.
El Palio es una especie de estola circular, tejida en lana
virgen, esquilada de unos corderillos que el Papa bendice el día de Santa Inés de
cada año y simboliza el cordero que el buen pastor ponía sobre sus hombros, y que
tanto los salmos (22, 1-6) como el evangelio de Juan (10, 1-18), han descrito como
actitud del Buen Pastor por excelencia que es Dios.
También el Palio representa
el pueblo que el Señor pone los hombros y al que yo debo conocer, amar y dar la vida
de tantos modos, como me enseña el ejemplo de Jesús, nuestro Buen Pastor, y de tantos
santos pastores que nos han acompañado y precedido. A este punto, el arzobispo de
Oviedo recuerda el palio que recibió el Santo Padre el día del comienzo de su Ministerio
Petrino, exactamente el 24 de abril de 2005 y lo que Benedicto XVI dijo en su homilía
respecto al sagrado palio: «la lana de cordero representa la oveja perdida, enferma
o débil, que el pastor lleva a cuestas para conducirla a las aguas de la vida. La
parábola de la oveja perdida, que el pastor busca en el desierto, fue para los Padres
de la Iglesia una imagen del misterio de Cristo y de la Iglesia. La humanidad – todos
nosotros – es la oveja descarriada en el desierto que ya no puede encontrar la senda.
El Hijo de Dios no consiente que ocurra esto; no puede abandonar la humanidad
a una situación tan miserable. Se alza en pie, abandona la gloria del cielo, para
ir en busca de la oveja e ir tras ella, incluso hasta la cruz. La pone sobre sus hombros,
carga con nuestra humanidad, nos lleva a nosotros mismos, pues Él es el buen pastor,
que ofrece su vida por las ovejas. El Palio indica primeramente que Cristo nos lleva
a todos nosotros. Pero, al mismo tiempo, nos invita a llevarnos unos a otros».
Por
lo tanto, recuerda el arzobispo Sanz Montes, es un momento eclesial importante, y
no algo privado que se recibe a título individual. Por este motivo desea que se viva
de manera comunitariamente este evento que es para todos, tanto para los que le acompañen
a Roma como para los que se queden en Asturias orando.