Santa Sede recomienda a la ONU mayor atención y mayores recursos para combatir el
SIDA
Jueves, 10 jun (RV).- El observador Permanente de la Santa Sede ante Naciones Unidas,
Monseñor Celestino Migliori subrayó que para hacer frente a la constante amenaza
del VIH y el Sida se debe responder con una evaluación honesta de los enfoques de
las políticas actuadas hasta el momento y una acción decidida que respete la dignidad
humana y promueva el desarrollo integral de la persona y de la sociedad.
Al
intervenir en la 64° Sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas, en la que se
evaluó la aplicación de la Declaración de compromiso y la Declaración de las políticas
sobre el VHI y el Sida, el prelado vaticano subrayó que la Delegación de la Santa
Sede recomienda firmemente una mayor atención y mayores recursos, que además deben
tener como fundamento un enfoque basado en la dimensión humana de la sexualidad, es
decir, una renovación espiritual y humana que conduzca a una nueva forma de comportamiento
hacia los demás.
Efectivamente, Monseñor Migliori recordó que tal como lo
han afirmado numerosos expertos en salud pública, cuando este respeto de la dignidad
de la naturaleza humana y su ley moral inherente se incluye como un elemento esencial
en los esfuerzos de prevención del VIH, se puede detener la propagación del SIDA.
El representante de la Santa Sede manifestó la preocupación por la distribución
de los fondos disponibles para el tratamiento antirretroviral entre las poblaciones
pobres y marginadas. Según el prelado, las organizaciones relacionadas o que trabajan
con la Iglesia Católica en Uganda, Sudáfrica, Haití y Papua Nueva Guinea, entre otros,
informan que los donantes internacionales han dado instrucciones para que no inscriban
a nuevos pacientes en estos programas y anuncian más recortes incluso para quienes
ya reciben ese tratamiento.
Particularmente, lo más vulnerables son los niños
que viven con la coinfección de VIH –dijo el prelado vaticano-, ya que el acceso al
diagnóstico precoz y el tratamiento es mucho menos accesible para los niños que para
los adultos. Sin esta alternativa al menos de un tercio de estos niños mueren antes
del primer año de vida, y al menos la mitad mueren antes del segundo año.
“La
comunidad mundial- advirtió el Arzobispo Migliore- tiene la grave responsabilidad
de ofrecer acceso equitativo y continuo a dichos medicamentos. Si no lo hace no sólo
provocará pérdidas incalculables y sufrimiento a las personas y familias directamente
afectados por la enfermedad, sino también va a tener graves consecuencias sociales
y económicas en la salud pública y en toda la familia humana.
Monseñor Migliori
recalcó en su intervención el significativo aporte en el cuidado y tratamiento de
la enfermedad por parte de organizaciones de la iglesia en todo el mundo y que le
permiten advertir sobre los obstáculos a los cuales se enfrentan en sus esfuerzos
por responder a esta emergencia. Por ejemplo, 7 mil 400 personas se infectan diariamente
con el virus del Sida, casi cuatro millones de personas están recibiendo actualmente
el tratamiento, mientras que 9, 7 millones de personas todavía necesitan atención
médica. En conclusión, por cada dos personas que inician el tratamiento cinco están
siendo infectadas.
Tras señalar estos datos, el representante vaticano ante
la ONU enfatizó que el SIDA se debe combatir, de manera realista, desde sus causas
más profundas y desde los enfermos. “Además de prestar la atención amorosa que necesitan-
afirmó- se debe proporcionar a los enfermos, más recursos y personas con más conocimiento,
capacidad, competencia técnica y herramientas.