Gran acogida al Papa en la Misa de entrega del Instrumentum laboris para el Sínodo
de Oriente Medio
Domingo, 6 jun (RV).- El Papa Benedicto XVI
entregó a los obispos de las Iglesias de Oriente Medio el Instrumentum Laboris, el
documento de trabajo del próximo Sínodo de los obispos que en octubre se desarrollará
en Roma bajo la guía del Romano Pontífice. La entrega se realizó en la celebración
eucarística de la solemnidad del Cuerpo y Sangre de Cristo que presidió el Papa en
el Gimnasio Cubierto Eleftería de la Ciudad de Nicosía en Chipre, ceremonia en la
que participaron más de 30 obispos de las Iglesias Orientales, unas 6.000 personas
en el interior del campo deportivo, y otras 2.000 en las afueras del recinto. Al entregar
el documento de Trabajo, el Papa Benedicto XVI dijo a los obispos de las Iglesias
Orientales que la próxima asamblea sinodal, convocada por petición de ellos, tratará
de profundizar los lazos de comunión entre los miembros de sus Iglesias Locales, así
como la comunión entre las Iglesias entre sí y con la Iglesia Universal. También dijo
que esta asamblea especial es una ocasión para los cristianos del resto del mundo
de ofrecer su sostén espiritual y una solidaridad para los hermanos y hermanas del
Oriente Medio. El Papa también hizo un fuerte llamado para que se haga un esfuerzo
internacional urgente y concertado con el fin de resolver las tensiones que continúan
en el Oriente Medio, en especial en Tierra Santa, antes de que tales conflictos conduzcan
aun derramamiento mayor de sangre.
El ambiente para la celebración eucarística
fue muy festivo, alegre y compartido. El coro que animó la celebración estuvo constituido
por miembros de las diversas comunidades y nacionalidades presentes en la Isla, y
los cantos reflejaron la rica amplitud de cantos que tienen las Iglesias Orientales.
El saludo inicial lo realizó Mons. Youssef Soueif, arzobispo maronita de Chipre, quien
agradeció la presencia del Santo Padre en la isla y le dio la bienvenida en nombre
de todos los chipriotas. Hizo mención en sus palabras de la presencia del presidente
de la República, el Sr. Demetris Christofias, y de la participación de Su Beatitud
Chrysóstomos II, arzobispo ortodoxo de Chipre. Mons. Soueif también agradeció con
antelación la entrega del Instrumento de Trabajo del próximo Sínodo que el Papa entregaría
al final de la misa. Benedicto XVI en su homilía agradeció los saludos del arzobispo
maronita de Chipre, y manifestó alegría de poder celebrar la eucaristía junto a tantos
fieles de Chipre, mencionando de manera particular la presencia de inmigrantes filipinos
y de Sri Lanka. El Papa centró su homilía en la solemnidad del Cuerpo y Sangre de
Cristo tomando la idea de San Agustín que el pan se hace con el concurso de muchos
granos de trigo, que son triturados, amasados y juntos son cocidos, siendo esta una
hermosa idea de la unidad de la Iglesia, de la comunión que se quiere alcanzar, con
el concurso del Espíritu Santo, en los miembros de la Iglesia, unidad que tiene como
símbolo la Eucaristía.
Antes de la entrega del Instrumentum laboris, al final
de la misa, el secretario general del Sínodo de los Obispos, Mons. Nicola Etervic,
agradeció al Papa la entrega del importante documento de trabajo, lo hizo en nombre
de los patriarcas de las seis Iglesias Orientales Católicas, del Patriarca Latino
de Jesrusalén, y de otros representantes de conferencias episcopales y de Dicasterios
de la Curia Romana. Mons. Eterovic dijo que la próxima asamblea sinodal implorará
al Dios, Uno y Trino, la gracia de dar un nuevo dinamismo pastoral a las fecundas
iglesias particulares del Oriente Medio para que puedan continuar con su providencial
Misión. Benedicto XVI, por su parte, en sus palabras quiso recordar al recientemente
asesinado Obispo Luigi Padovese, Presidente de la Conferencia Episcopal Turca, quien
contribuyó mucho en la elaboración del documento de trabajo que ahora estaba entregando,
y cuya muerte causó impresión a todos. El Papa recomendó el alma Mons. Padovese a
Dios, y recordó su gran empeño como obispo en el diálogo interreligioso y el entendimiento
cultural, y su contribución al diálogo entre las Iglesias.
Antes de finalizar
la Eucaristía, poco antes del mediodía, el Papa con toda la asamblea dirigió la oración
mariana del Angelus Domini, recordando en sus palabras previas a la oración, que María
con su “Sí” hizo que la esperanza de la historia se hiciera una realidad, que no era
otra que la llegada al mundo del Único a quien Israel esperaba desde hacía tanto tiempo.
Benedicto XVI aprovechó la ocasión para saludar al pueblo polaco por la beatificación
del P. Popieluszko.
Las actividades que continúan en la agenda de este décimo
sexto viaje apostólico de Benedicto XVI a la Isla de Chipre son la visita a la Catedral
Maronita de Nuestra Señora de las Gracias, a las cuatro y media de la tarde y la ceremonia
de despedida que será en la Ciudad de Lárnaka a las cinco y cuarenta y cinco de la
tarde.
Desde Chipre, para Radio Vaticana, les reportó David Gutiérrez.