2010-05-30 15:45:38

Conmemorando el IV centenario de la muerte del jesuita Matteo Ricci, Benedicto XVI elogia la figura del precursor del diálogo entre culturas, libre de intereses económicos o políticos


Sábado, 29 may (RV).- Benedicto XVI ha conmemorado al padre Matteo Ricci, jesuita y misionero, que anunció a Cristo en China, testimoniando con su vida de fe la importancia del diálogo y la amistad entre culturas y pueblos. Al final del encuentro con el Papa, se ha encendido la ‘Antorcha de la Paz’, de la peregrinación de Macerata al santuario mariano de Loreto.

Benedicto XVI ha conmemorado de forma especial a Matteo Ricci, jesuita y gran misionero, que anunció a Cristo en China, testimoniando con su vida de fe la importancia del diálogo, vivido en la amistad entre culturas y pueblos. Al final del encuentro con el Papa en el Vaticano, se ha encendido la ‘Antorcha de la Paz’ de la 32 peregrinación de Macerata al santuario mariano de Loreto.

En el Aula Pablo VI, ante más de siete mil peregrinos, acompañados del Prepósito General de la Compañía de Jesús, padre Adolfo Nicolás, y encabezados por el arzobispo de Macerata, diócesis italiana donde había nacido este jesuita misionero - apreciado por la cultura y corte imperial china como ‘Maestro del gran Occidente’ - el Papa ha recordado que este sacerdote recibió el privilegio extraordinario, ‘impensable para un extranjero’, de ser sepultado en tierra china, siendo posible, aún hoy, venerar su tumba en Pekín.

Tras señalar que las numerosas iniciativas en su honor, promovidas en Europa y en China muestran el gran interés que su obra sigue despertando en la Iglesia y en diversos ambientes culturales, Benedicto XVI ha reiterado que «la historia de las misiones católicas comprende figuras de gran estatura, por el celo y valentía de llevar a Cristo a tierras nuevas y lejanas». Entre ellas, el padre Ricci es un caso singular de la feliz síntesis entre el anuncio del Evangelio y el diálogo con la cultura del pueblo lugareño. Un ‘ejemplo de equilibrio entre claridad doctrinal y prudente acción pastoral’. En efecto, en el "Museo del Milenio" en Pekín, se recuerda sólo a dos extranjeros entre los grandes de la historia de China. Ellos son Marco Polo y el padre Matteo Ricci.

La inculturación china del anuncio evangélico y la presentación en China de la cultura y ciencia occidentales, son dos vertientes inseparables de su gran obra y apostolado misionero, ha puesto de relieve Benedicto XVI, recordando que el padre Ricci impulsó el diálogo cristiano de la fe, ‘diálogo desinteresado, sin afán de poder económico o político, vivido en la amistad’. ‘Su obra y la de sus discípulos es uno de los puntos más elevados y felices en la relación entre China y Occidente’:

RealAudioMP3 «En este sentido, el ‘Tratado de la Amistad’, del año 1595, una de sus primeras y más conocidas obras en chino, es elocuente. En el pensamiento y en la enseñanza del padre Ricci, la ciencia, la razón y la fe encuentran una síntesis natural: ‘Quien conoce el cielo y la tierra - escribe en el prefacio de la tercera edición del mapamundi - puede probar que Aquel que gobierna el cielo y la tierra es absolutamente bueno, absolutamente grande y absolutamente uno. Los ignorantes rechazan el Cielo, pero la ciencia que no se remonta al emperador del Cielo, como a la primera causa, no es ciencia en absoluto’».

Sin embargo, ha destacado el Papa, la admiración hacia el padre Ricci no debe hacer olvidar el papel y la importancia de sus interlocutores chinos. «Amigos y discípulos, especialmente los cuatro célebres convertidos, denominados ‘pilares de la Iglesia china naciente’». Como uno de los más conocidos, ‘Xu Guangqi, nativo de Shanghai, escritor y científico, matemático, astrónomo, estudioso de agricultura, que desempeñó altos cargos en la burocracia imperial. Hombre de integridad, de gran fe y vida cristiana.

El mismo que ayudó al padre Ricci a traducir al chino los ‘Elementos’ de Euclides, obra fundamental de geometría, y que obtuvo que el emperador encomendara a los astrónomos jesuitas la reforma del calendario chino. O como otro de los eruditos chinos que se convirtió al cristianismo - Li Zhizao – que ayudó al P. Ricci en la realización de las últimas ediciones del mapamundi, que iba a dar a los chinos una nueva imagen del planeta.

RealAudioMP3 «Es justo, por lo tanto, asociar junto con el padre Matteo Ricci, también a sus grandes amigos chinos, que compartieron con él su experiencia de fe. Queridos hermanos y hermanas, que la memoria de estos hombres de Dios dedicados al Evangelio y a la Iglesia, su ejemplo de fidelidad a Cristo, su profundo amor al pueblo chino, su compromiso de inteligencia y aprendizaje, su vida virtuosa, sea ocasión de oración por la Iglesia en China y por todo el pueblo chino. Como hacemos todos los años, el 24 de mayo, dirigiéndonos a María Santísima, venerada en el célebre Santuario de Sheshán, en Shangai».

También ha deseado Benedicto XVI que sean un nuevo impulso a vivir con intensidad la fe cristiana en diálogo con las diversas culturas:

RealAudioMP3 «En la certeza de que en Cristo se realiza el verdadero humanismo, abierto a Dios, rico en valores morales y espirituales y capaz de responder a los anhelos más profundos del alma humana. Yo también como el padre Matteo Ricci, expreso hoy mi profunda estima al noble pueblo chino y su cultura milenaria, convencido de que su renovado encuentro con el cristianismo brindará abundantes frutos de bien, así como entonces favoreció una pacífica convivencia entre los pueblos ¡Gracias!»








All the contents on this site are copyrighted ©.