2010-05-23 15:31:10

Regina Coeli: “No hay Iglesia sin Pentecostés y no hay Pentecostés sin la Virgen María”


Domingo 23 may (RV).- Después de la Eucaristía en la solemnidad de Pentecostés, celebrada en la Basílica de San Pedro, el Papa Benedicto XVI se dirigió hasta el Palacio Apostólico para desde allí dirigir la oración mariana del Regina Coeli. En sus palabras antes de la oración, el Santo Padre indicó que cincuenta días después de la Pascua, celebramos la solemnidad de Pentecostés, en la que se recuerda la manifestación de la fuerza del Espíritu Santo, que en forma de viento y fuego descendió sobre los Apóstoles reunidos en el Cenáculo y les hizo capaces de predicar con valentía el Evangelio a todas las gentes.

El misterio de Pentecostés, que nosotros justamente identificamos con aquel evento, verdadero ‘bautismo’ de la Iglesia, no se agota en el mismo. La Iglesia, en efecto, vive constantemente de la efusión del Espíritu Santo, sin el cual agotaría las propias fuerzas, como a una barca de vela, a la que le faltara el viento RealAudioMP3

Benedicto XVI también dijo que Pentecostés se renueva de modo particular en algunos momentos fuertes, sea nivel local como universal, sea en las pequeñas asambleas como en las grandes convocatorias. Y puso como ejemplo los Concilios, en los cuales se han dado sesiones gratificadas por especiales efusiones del Espíritu Santo, citando de manera explícita el Concilio Vaticano II. El Papa también recordó el célebre encuentro de los movimientos eclesiales con el Venerable Papa Juan Pablo II, celebrado en Pentecostés de 1998 en la Plaza de san Pedro.

Pero la Iglesia conoce innumerables “pentecostés” que vivifican a las comunidades locales: pensemos en las Liturgias, en particular aquellas vividas en momentos especiales para la vida de la comunidad, en las que la fuerza de Dios se ha percibido de modo evidente infundiendo en las almas alegría y entusiasmo. Pensemos en tantos encuentros de oración, en los que los jóvenes siente la claramente la llamada de Dios a radicar su vida en su amor, consagrándose totalmente a Él RealAudioMP3

“No hay Iglesia sin Pentecostés. Y quisiera añadir: no hay Pentecostés sin la Virgen María”, afirmó el Pontífice, señalando que así fue en el inicio, en el Cenáculo, donde los discípulos “perseveraban en la oración, en compañía de algunas mujeres, y de María la madre de Jesús, y de sus hermanos” – como lo refiere el Libro de los Hechos de los Apóstoles (1, 14). Y así es siempre, en todo lugar y tiempo, como le sucedió en Fátima, hace pocos días, dando testimonio de ello…

¿Qué ha vivido, en efecto, aquella inmensa multitud, en la explanada del Santuario, donde todos éramos un solo corazón y una sola alma, sino un renovado Pentecostés? En medio de nosotros estaba María, la Madre de Jesús. Y esta experiencia típica de los grandes santuarios marianos – Lourdes, Guadalupe, Pompeya, Loreto – o también de los más pequeños: donde quiera que los cristianos se reunan en oración con María, el Señor dona su Espíritu RealAudioMP3

El Papa Benedicto XVI finalizó sus palabras antes del Regina Coeli diciendo que también nosotros queremos estar espiritualmente unidos a la Madre de Cristo y de la Iglesia invocando con fe una renovada efusión del divino Paráclito. “La invocamos – dijo – por toda la Iglesia, en particular, en este Año Sacerdotal, por todos los ministros del Evangelio, para que el mensaje de la salvación sea anunciado a todas las gentes.

Después de orar a María con las palabras pascuales del Regina Coeli, el Papa Benedicto XVI saludó en distintas lenguas. En Italiano recordó que ayer fue proclamada Beata Teresa Manganiello, fiel laica, perteneciente a la Tercera Orden Franciscana, destacando su vida sencilla y humilde desarrollada en las labores del hogar y en el compromiso espiritual en la iglesia de los capuchinos.

También en italiano el Santo Padre dijo que la memoria litúrgica de la Bienaventurada Virgen María, Auxilio de los Cristianos, nos ofrece mañana 24 de mayo la posibilidad de celebrar la Jornada de Oración por la Iglesia en China. Mientras los fieles que están en China oran para que la unidad entre ellos y con la Iglesia Universal se profundice cada vez más, los católicos del mundo entero – especialmente los de origen chino – se unen a ellos en la oración y en la caridad que el Espíritu Santo infunde en nuestros corazones particularmente en la solemnidad de este día.

El Papa Benedicto XVI saludó de esta manera a los peregrinos de lengua española presentes en la Plaza de San Pedro RealAudioMP3
 







All the contents on this site are copyrighted ©.