El Papa recuerda a los nuevos guardias suizos que su servicio les dará un sentido
más vivo de la catolicidad, y una percepción más profunda de la dignidad del hombre
Viernes, 7 may (RV).- Después del juramento, ayer por la tarde, de los 30 nuevos guardias
suizos junto al Mayor William Kloter, en el Patio de San Dámaso del Palacio Apostólico,
Benedicto XVI los ha recibido esta mañana, junto a sus padres y familiares. Hablando
en alemán, el Pontífice ha subrayado el honor que significa entrar a formar parte
de un Cuerpo que tiene a sus espaldas una larga historia a través de los siglos. “Lo
que os viene confiado hoy -ha dicho el Papa- hace de vosotros los custodios de una
tradición y los portadores de conocimientos prácticos”. “Vuestra
tarea es la de continuar valorizando todo esto lo mejor posible. Éste será el criterio
de vuestra responsabilidad y os comprometerá a una dedicación generosa. El Sucesor
de Pedro reconoce en vosotros un apoyo real y confía en vuestra vigilancia. Es mi
sincero deseo que en el desarrollo de vuestro servicio en el Cuerpo de los Guardias
Suizos os sostenga la herencia recibida de vuestros predecesores y que podáis madurar
como personas y como cristianos”.
En su discurso en francés, el Santo
Padre ha recordado a los nuevos guardias suizos que, entrando a formar parte del Cuerpo
Pontificio, vienen asociados, de una manera indirecta pero real, a partir de ahora,
al servicio de Pedro en la Iglesia. “A partir
de hoy, en vuestra meditación de la Palabra de Dios, os invito a prestar una gran
atención al apóstol Pedro, cuando él, después de la Resurrección de Cristo, se aplicó
a cumplir la misión que el Señor le había confiado. Estos pasajes de las Escrituras
esclarecerán el sentido de vuestro noble compromiso, y será de gran importancia para
vosotros en las posibles horas de laxitud y cansancio”.
El primero entre los
Apóstoles, que recorrió toda Judea para visitar a los fieles, manifestó desde el primer
momento esta gran solicitud para todos. El Papa quiere que la misma atención esté
en todas las iglesias y en cada fiel, en cada hombre que espera alguna cosa de la
Iglesia. “Después del Sucesor de Pedro, -ha dicho el Pontífice- la caridad anima
vuestra alma. Las dimensiones de vuestro corazón están llamadas a ensancharse”. “Vuestro
servicio os permitirá descubrir en el rostro de cada hombre, un peregrino que en su
camino espera encontrar otro rostro a través del cual pueda ver el signo vivo del
Señor, Maestro de toda vida y de toda gracia”, ha señalado el Papa.
“Nosotros
sabemos que todo lo que hacemos por el Nombre de Jesús, por cuanto humilde sea, nos
transforma y nos configura un poco más al hombre nuevo regenerado en Cristo. De igual
modo vuestro servicio a favor del ministerio petrino os dará un sentido más vivo de
la catolicidad, junto a una percepción más profunda de la dignidad del hombre”.
La
Guardia Suiza Pontificia recordó ayer el sacrificio de 147 soldados de este cuerpo
que perecieron durante el saqueo de Roma de 1527, defendiendo al Papa Clemente VII.
En el ámbito de la conmemoración, el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado,
celebró la Eucaristía en la Basílica Vaticana, ante la presencia de los miembros de
la Guardia, sus familiares y amigos. Anteriormente al juramento, tuvo lugar la conmemoración
de los caídos. Y tras la deposición de una corona de laurel ante el monumento de los
guardias suizos fallecidos, el arzobispo Sustituto de la Secretaria de Estado, Mons.
Fernando Filoni, confirió las condecoraciones a algunos miembros del Cuerpo.