2010-04-19 13:25:17

Benedicto XVI, buscador de una lengua nueva, capaz de hablar a los fieles y a los ateos


Lunes, 19 abr (RV).- -“Una lengua nueva capaz de hablar a los fieles y a los ateos”. Así se titula el artículo publicado en un periódico italiano por cardenal Roberto Tucci, al recordar los cinco años que hoy se cumplen del pontificado de Benedicto XVI.

El cardenal Roberto Tucci –quien ha sido director general de Radio Vaticano- en un artículo publicado ayer en el periódico italiano “Corriere della Sera”, titulado “Una lengua nueva capaz de hablar a los fieles y a los ateos”, escribe que siempre pensó que el deseo más grande del cardenal Joseph Ratzinger fuera el de poder dedicarse a la investigación de un lenguaje nuevo. Lo que ya había comenzado –afirma– con las lecciones recogidas en aquel libro magnífico que es la Introducción al cristianismo. Es decir, proseguir por esta línea, y encontrar “un lenguaje elevado” que, sin embargo, fuese “comprensible para todos, para los fieles, para las personas en búsqueda, para quien no cree o para quien cree que no cree”.

El cardenal Tucci afirma que si bien tenía ya más de 80 años, por lo que no era un cardenal elector en el año 2005, si hubiera podido participar en el cónclave, habría votado por él, porque le parecía “la persona más digna: el gran teólogo que es, sobre todo, un hombre de gran espiritualidad. Y cuando fue elegido –añade– pensé inmediatamente que habría sido un gran pontificado, un pontificado que habría pasado a la historia. “Estos cinco años –escribe el purpurado– me lo han confirmado con creces.

Porque, como explica el cardenal Roberto Tucci, Benedicto XVI es un Papa que ha buscado y encontrado un lenguaje nuevo: en sus homilías, en sus audiencias generales y en sus encíclicas. Y explica que el Pontífice está convencido de que tantas personas están en la búsqueda, si bien no encuentran quien los ayude a mostrarles lo que ya está dentro de ellas. Mientras recuerda la importancia de la imagen bíblica del "patio de los Gentiles", el atrio externo del Templo de Jerusalén, que el Papa evocó recientemente hablando del diálogo con los no creyentes, en que dijo: "La Iglesia también hoy debería abrir una especie de ‘patio de los Gentiles’, donde los hombres puedan, de alguna manera, engancharse a Dios, sin conocerlo y antes de que hayan encontrado el acceso a su misterio".

Por esta razón el cardenal Tucci escribe que se equivoca quien considera que el Papa está en una posición de conflicto con la cultura de nuestro tiempo. Y añade que quien discute con el Papa, se da cuenta de que el Papa lo entiende, lo escucha y lo comprende (...), mientras su respuesta, “firme en los principios, muestra que las palabras del interlocutor han enriquecido de alguna manera su mismo pensamiento”.

Sobre la cuestión de los sacerdotes pederastas –escribe asimismo el purpurado–, desde que era cardenal, el Papa mostró una capacidad de intervención tempestiva, clara y también comprometedora. Como cuando en el Vía Crucis de 2005 dijo: "¡Cuánta suciedad hay en la Iglesia, y precisamente también entre quienes, en el sacerdocio, deberían pertenecer completamente a él!". Como buen intelectual –agrega el purpurado- Benedicto XVI reflexiona profundamente y, una vez decidido, afronta los problemas sin temor: “como nos lo demostró en su carta a los católicos irlandeses”.

“Cuando voy a felicitarle las Navidades siempre le agradezco su magisterio. Sus encíclicas, sus homilías, su pensamiento permanecerán. Será necesario que pase tiempo para juzgarle y para comprobar que sus decisiones eran las apropiadas. Yo mismo, recuerdo que me sentí molesto por sus palabras en el Vía Crucis de 2005. Me pareció un poco exagerado. Sin embargo, al igual que en otras muchas cosas, como ahora se deberá decir: tenía razón él”.








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