2010-04-16 17:47:10

Pocas horas antes de la llegada del Papa a Malta


Sábado, 17 abr (RV).- RealAudioMP3 Malta se prepara a recibir como en un día de fiesta a Benedicto XVI, en su primer viaje pastoral a la isla mediterránea. “Tenemos que ir a dar en una isla”. Así reza el lema del viaje extraído de los versículos de los Hechos de los Apóstoles, que hacen referencia al naufragio de san Pablo hace 1950 años. El Pontífice, 10 meses después de terminar el Año Santo Paulino, proclamado por él mismo, viene como peregrino a conmemorar este aniversario, que para Malta ha sido una ocasión providencial de su evangelización.

El avión del Papa está previsto que aterrice en el aeropuerto de Luqa en torno a las 5 de la tarde.
Es un viaje corto de 26 horas, prácticamente una jornada distribuida ente sábado y domingo. Pero será una visita intensa llena de acontecimientos.

Ya esta misma tarde, tras su alocución de bienvenida en el aeropuerto, el Papa será agasajado con todos los honores por el presidente del país, George Abela, en el Palacio de los Grades Maestros, de la Valeta. Luego, se trasladará al santuario de San Pablo en Rabat. En el mismo lugar de la cueva-prisión donde vivió el apóstol de los gentiles los tres meses que estuvo en la isla, el Papa rezará como lo hizo antes de él Juan Pablo II.

En la plaza de Rabat, el Papa se encontrará oficialmente por primera vez con la población y con los misioneros malteses que han dedicado su vida, como Pablo, a esparcir la semilla del Evangelio.

Durante toda su estancia, Benedicto XVI se trasladará en papamóvil en sus desplazamientos por la isla, un detalle que explica el interés por el Papa, al que los malteses quieren demostrar su fervoroso amor en estos momentos de gran necesidad para él y para la Iglesia.
Los otros escenarios en los que hablará el Papa también han sido ultimados: el gran altar donde mañana Benedicto XVI presidirá la santa misa en la plaza de los antiguos Graneros, delante mismo de la iglesia de san Publio, y el muelle del puerto en el que encontrará a miles de los jóvenes.

“La isla de Malta es una roca que aflora del mar”. El contenido de esta frase de Juan Pablo II ilustra la finalidad de la visita a un país de larga tradición cristiana, que ha mantenido siempre encendida la llama de la fe.
Eduardo Rubió. RV. Malta.


El canciller de la Curia de Malta y ex secretario de Nunciatura con algunos años vividos en la de Madrid, el maltés Mons. Lawrence Gatt, ha sido entrevistado por Eduardo Rubió. En primer lugar manifiesta, ante nuestros micrófonos, la gozosa bienvenida con que se espera a Benedicto XVI: RealAudioMP3

En el marco de este viaje apostólico, Eduardo Rubió ha entrevistado también al padre Joseph Cassar, director del centro Servicio de los Jesuitas para los Refugiados (JRS), en Malta. Centro que, con la ayuda de voluntarios comprometidos, guía a los refugiados en el plano sanitario, jurídico y laboral. Más que acogida, les aconsejan y defienden de eventuales percances y asechanzas: RealAudioMP3


Viaje del Papa a Malta: la Iglesia de Malta 

Sábado, 17 abr (RV).- RealAudioMP3 Con la sabiduría que dan los años, Malta, la primera nación cristiana de Occidente y actualmente sin duda una de las primeras en conservar el antiguo fervor cristiano, con el que Pablo la bautizó, espera serena, inmersa en un silencio de gran sobriedad, discreción y afecto la llegada del Papa.

Las 365 iglesias que se levantan en las tres islas del archipiélago (una para cada día del año, de las que se ufanan orgullosos los malteses) es una demostración en el tiempo que testimonia la solidez de la fe cristiana.

Son pocas las horas en la isla, que coincidirán con el fin del quinto año de pontificado de Benedicto XVI.

Para el Papa, profesor teólogo, este es el décimo cuarto viaje internacional, el octavo en Europa, el primero de 2010.

Un viaje quizá menor, pero intenso y lleno de aquel calor y afecto antiguos, que la peregrinación del Papa necesita.

Por ejemplo, 5 mil niños, en un acto fuera de programa, felicitarán por su cumpleaños al Sano Padre entonado una canción poco después de su llegada. O la participación, con las típicas embarcaciones de colores, con la que muchos marineros acompañaran al Papa, en su navegación desde Kalkara a la Valeta, emulando el naufragio de Pablo y la acogida de Malta.

“El catolicismo en la isla es aún bastante fuerte. Mas de 90% de los malteses se declaran católicos y más del 52 % de la población participa regularmente a la misa dominial, aunque desafortunadamente -dice, el arzobispo Paul Cremona-, en los últimos diez años se ha registrado una reducción de un 10%”.

El sentimiento religioso, como hemos podido observar visitando la isla es recio y la presencia de la Iglesia se ha reforzado sobre todo en las instituciones. En las escuelas católicas en las que estudia un tercio de a la población infantil, los institutos para discapacitados, ancianos y minusválidos, el más antiguo se llama Casa de la Misericordia, o las estructuras de ayuda a los jóvenes en dificultad.

El mayor desafío para la iglesia dice el arzobispo Mons. Cremona es la dificultad de “transmitir nuestra fe en una sociedad distinta de aquella de hace 3o o 40 años”.

Como hizo dos veces antes el siervo de Dios Juan Pablo II, en 1990 y 2001, Benedicto XVI, viene a la isla para insuflar a la pequeña, pero fiel comunidad cristiana nuevo aliento, una nueva dirección para ayudar a definir el futuro de esta pequeña iglesia, con la fuerza que viene de la fe y de la esperanza en Dios, en un mundo que está cambiando.

Eduardo Rubió. RV. Malta.


Malta espera al Papa con los brazos abiertos

Viernes, 16 abr (RV).- Mañana el Santo Padre emprende el XIV viaje apostólico internacional de su Pontificado, que le lleva a Malta, en el 1950 aniversario del naufragio de san Pablo. Más información de nuestro enviado especial Eduardo Rubió: RealAudioMP3  
 
Siguiendo las huellas de San Pablo, la barca de Pedro se dispone a amarrar al abrigo de la isla de Malta, en un mar en tempestad. "Ante las críticas del mundo que hablan de nuestros pecados", el Papa viene a solicitar “la valentía, el gozo, la gran esperanza de la vida eterna, que es la verdadera vida de la que proviene la luz que ilumina este mundo”. Como hizo el Apóstol, acogido en estas tierras hace 1950 años, tras un naufragio, Benedicto XVI, que hoy cumple 83 años, viene a evangelizar en un clima que no es de los mejores. “El camino es tumultuoso”, ha dicho el director de la Oficina de prensa de la Santa Sede, padre Federico Lombardi, pero “la Iglesia quiere afrontarlo con transparencia, diálogo y claridad".
A este respecto, no se excluye, a pesar del limitado tiempo de la visita, un encuentro del Papa con las víctimas de abusos por parte de religiosos, que no figuraba en el programa previsto.
Benedicto XVI está preocupado, pero sereno a la vez: la serenidad de la verdad que hace libres. Llega a Malta con humildad, con la “penitencia necesaria para renovarnos, para cambiar y transformar", obediente a Dios, pero opuesto a la “dictadura del conformismo”.
 
Y Malta, país con una larga tradición de acogida y de amistad, lo espera con los brazos abiertos. Será “una ocasión importante -ha dicho Benedicto XVI- para reflexionar en profundidad en la fe cristiana”. “No queremos una Iglesia cerrada”, han dicho por su parte los obispos, que han invitado a los fieles a “escuchar con atención el mensaje del Pontífice, sin miedo a los desafíos, en la continua busca del mensaje de Cristo”.
El presidente de Malta, George Abela, que esta mañana ha visitado los estudios de RV ha dicho “que es un momento difícil para la Iglesia, pero que es feliz de poder ofrecer un remanso de paz al Santo Padre, en una isla orgullosa de sus raíces cristianas.
Benedicto XVI viene, pues, a reforzar en la fe, a renovar espiritualmente las raíces cristianas paulinas.
 
Tres son los lugares en los que el Pontífice se encontrará con los malteses: la gruta de san Pablo, donde según la tradición, el apóstol estuvo prisionero y desde donde fundó las primeras comunidades cristianas de la isla; Floriana, en cuya plaza central el Santo Padre presidirá la Santa Misa, el domingo, y finalmente y el Waterfront, el gran muelle de La Valeta, ubicado en una de las rías naturales de la isla, en donde tendrá lugar el último gran encuentro con los jóvenes.
Recordando la estancia de Pablo en la isla, el Papa sin duda hablará en sus discursos de emigración y hospitalidad, siendo Malta una de los lugares clave en el Mediterráneo, teatro de desembarcos de extranjeros clandestinos proveniente de África. “Es necesario eliminar los prejuicios -ha dicho el arzobispo de Malta, Paul Cremona- debe ser conservado aquel sentimiento de apertura hacia la diversidad con el que los habitantes de Malta acogieron al náufrago San Pablo”.
 
Eduardo Rubió. RV. Malta.







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