2010-04-15 18:31:44

El Papa destaca su preocupación por todo aquello que pueda ensombrecer el punto original de la fe católica al recibir a los obispos brasileños que concluyen su visita ad Limina Apostolorum


Jueves, 15 abr (RV).- Por haber resucitado, Cristo puede ser ‘pan vivo’ para la humanidad. Con esta reiteración y con la palabras del Señor a los apóstoles y compañeros, después de la resurrección - «La paz esté con ustedes» (Lc 24,36) - Benedicto XVI ha acogido cordialmente a los Obispos brasileños, de la segunda Región del norte, que han terminado hoy su visita ad Limina Apostolorum, mientras “la Iglesia entera está viviendo aún en el clima de alabanza y júbilo, adornada por el resplandor de la luz de Cristo Resucitado”:



"Por estar vivo y resucitado, Cristo puede ser pan vivo (Jn 6,51) para la humanidad. Por ello, siento que el centro y la fuente permanente del ministerio petrino está en la Eucaristía, corazón de la vida cristiana, fuente y culmen de la misión evangelizadora de la Iglesia. Por lo que podéis comprender la preocupación del Sucesor de Pedro por todo aquello que pueda ensombrecer el punto original de la fe católica: hoy Jesucristo sigue vivo y realmente presente en la hostia y el cáliz consagrados" RealAudioMP3


Recordando que una menor atención que a veces se presta al culto del Santísimo Sacramento es “indicio y causa de oscurecimiento del sentido cristiano del misterio. Como sucede cuando en la Santa Misa ya no aparece como preeminente y operante Jesús, sino una comunidad atareada con muchos quehaceres, en lugar de estar recogida y dejarse atraer por el Único necesario: el único Señor”, el Papa ha hecho hincapié en que la actitud primaria y esencial del fiel cristiano que participa en la celebración litúrgica no es ‘hacer’, sino ‘escuchar’, ‘abrirse’, ‘recibir’.


Sin que ello quiera decir asumir una actitud pasiva o de falta de interés por lo que sucede, ha advertido el Santo Padre una vez más, añadiendo que lo importante es cooperar impulsando el bien, con la capacidad que se recibe por la gracia de Dios. “La naturaleza auténtica de la verdadera Iglesia es ser, a la vez, humana y divina, visible y dotada de elementos invisibles, entregada a la acción y dada a la contemplación, presente en el mundo y, sin embargo, peregrina. Y todo esto de suerte que en ella lo humano esté ordenado y subordinado a lo divino, lo visible a lo invisible, la acción a la contemplación y lo presente a la ciudad futura que buscamos”. Tras citar esta parte de la Constitución conciliar Sacrosanctum Concilium (n.2) el Papa ha hecho hincapié en la centralidad de Cristo en la liturgia:


"¡Cuán distantes de todo ello están cuantos en nombre de la inculturación, caen en el sincretismo, introduciendo ritos tomados de otras religiones o particularismos culturales en la celebración de la Santa Misa! El misterio eucarístico es ‘un don demasiado grande para admitir ambigüedades y reducciones’ – escribía mi venerable predecesor el Papa Juan Pablo II – particularmente cuando ‘privado de su valor sacrificial, se vive como si no tuviera otro significado y valor que el de un encuentro convival fraterno !(Encíclica Ecclesia de Eucharistia, 10). En las diversas motivaciones aducidas para ello, subyace una mentalidad incapaz de aceptar la posibilidad de una real intervención divina en este mundo para socorrer al hombre. ‘Más todavía, el hombre se nota incapaz de domeñar con eficacia por sí solo los ataques del mal, hasta el punto de sentirse como aherrojado entre cadenas’ (Const. Gaudium et Spes,13)" RealAudioMP3

La confesión de una intervención redentora de Dios para cambiar esta situación de alienación y de pecado es vista por cuantos dividen la visión deísta, como integrista, y lo mismo se considera en lo que concierne a la Eucaristía, ha recordado Benedicto XVI, poniendo de relieve más adelante que «el culto no puede nacer de nuestra fantasía». Pues «sería un grito en la oscuridad o una simple auto-afirmación. La verdadera liturgia supone que Dios responda y nos muestre cómo podemos adorarlo».


"La Iglesia puede celebrar y adorar el misterio de Cristo presente en la Eucaristía precisamente porque el mismo Cristo se ha entregado antes a ella en el sacrificio de la Cruz» (Exhortación apostólica Sacramentum caritatis 14). Y la Iglesia vive de esta presencia y tiene como razón de ser y existir ampliar esta presencia en el mundo entero", ha enfatizado el Santo Padre, antes de concluir su discurso recordando la importancia del XVI Congreso Eucarístico Nacional que se va a inaugurar en Brasilia, el próximo mes.



 








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