En nombre de Benedicto XVI, el cardenal Bertone entrega la imagen de la Virgen del Carmen al pueblo de Chile con motivo de su bicentenario

Lunes, 12 abr (RV).- El cardenal Secretario de Estado, Tarcisio Bertone, entregó ayer la imagen de la madre y patrona de Chile que Benedicto XVI ha regalado al pueblo chileno con motivo del bicentenario. En una solemne y fervorosa celebración en la catedral metropolitana de Santiago, abarrotada de fieles, numerosos pañuelos blancos al aire saludaron la entrada triunfal de la imagen misionera, acompañada del cántico “Contigo Virgen del Carmen”.


Así el cardenal Tarcisio Bertone cumplió el encargo del Papa Benedicto XVI, de entregar en su nombre esta bella imagen mariana al pueblo chileno con motivo de la celebración del Bicentenario. El intenso momento tuvo lugar durante la Santa Misa concelebrada por todos los obispos de Chile, encabezados por el presidente de la Conferencia Episcopal, Monseñor Alejandro Goic; y el arzobispo de Santiago, Cardenal Francisco Javier Errázuriz. También concelebró el cardenal Jorge Medina. A la eucaristía asistieron el vicepresidente de la República, el presidente del Senado y la presidenta de la Cámara de Diputados, Alejandra Sepúlveda, entre otras autoridades.


“La presencia entre nosotros del colaborador más cercano de Su Santidad el Papa nos evoca la cercanía del Santo Padre que hemos experimentado a lo largo de los 200 años de historia que celebramos”, dijo el arzobispo de Santiago, el cardenal Francisco Javier Errázuriz en su bienvenida al cardenal Bertone. Y agregó: “Vuestra Eminencia nos trae palabras de aliento y consuelo del Santo Padre Benedicto XVI en este tiempo doloroso en que tantas familias chilenas han sido golpeadas por el violento terremoto y el invasor maremoto que sufrimos. Vuestra Eminencia llega hasta nosotros con el ánimo de alentar nuestra esperanza que crece en la solidaridad humana, a la vez que cristiana, suscitaba con tanto vigor por el Espíritu Santo. Gracias también señor cardenal por ser el portador de los regalos del Santo Padre con ocasión de nuestro bicentenario y por la valiosa colaboración que usted le presta a favor de toda la Iglesia, de sus aportaciones al ecumenismo y al diálogo interreligioso y a la paz y en el mundo”.


Por su parte, el cardenal Bertone destacó que con mucho gusto hacía entrega de «esta bella imagen de Nuestra Señora del Carmen, tan querida al pueblo chileno, bendecida solemnemente en Roma por el Papa Benedicto XVI, el pasado 24 de marzo, como signo de su amor y solicitud por esta Nación, en la celebración del bicentenario de los inicios de su independencia». «Ella -agregó el purpurado- como Madre de los misioneros que anuncian con fidelidad a Cristo, que es nuestra verdad, nuestra roca y nuestra alegría, peregrinará por este país, tan presente en el corazón del Sucesor de Pedro, ofreciendo a todos el consuelo y la fortaleza, especialmente a cuantos han padecido la terribles consecuencias del reciente sismo».


Al reflexionar sobre el Evangelio de este domingo, el cardenal Bertone dijo en su homilía que el Señor ha traído la paz, la ha dejado a los suyos, quiere la paz entre ellos y desea que la promuevan en todos los ámbitos como un logro de la humanidad redimida. Con este espíritu, transmitió también el saludo y la bendición de Su Santidad Benedicto XVI, que sigue con particular cercanía las alegrías y los anhelos de la nación chilena, y la acompaña con su plegaria en sus vicisitudes y dificultades.


En otra parte de su homilía, el cardenal secretario de Estado destacó la misión de los sacerdotes. «Los primeros responsables de que el saludo de Cristo - la paz esté con ustedes - llegue a todos, para que lo conozcan y siembre en ellos un horizontes de vida nueva, gozosa, plena y perdurable; ellos son quienes han de hacer escuchar su palabra, que acompaña todas las etapas y facetas de la vida, de manera fiel e íntegra, hablando con fervor de lo que han aprendido del Maestro».


En este sentido, el cardenal Bertone llamó a promover la participación activa de los fieles en la eucaristía dominical. «La misión continental en Chile ha de promoverla con esmero y desarrollar toda su inmensa riqueza, como el encuentro personal y comunitario con Cristo, la escucha de su palabra, la formación en la fe del Pueblo de Dios, el gusto por la liturgia y la contemplación de los ministerios sagrados, la oración del corazón, el sentido fraterno, el compromiso de caridad o el empuje misionero».


«En el bicentenario de Chile, la comunidad cristiana tiene una hermosa historia que contar, hecha de iniciativas ejemplares de evangelización, de promoción de la cultura, de educación en los valores cristianos y humanos y de atención a los necesitados», señaló el cardenal Bertone, quien terminó su homilía con una hermosa oración a la Virgen del Carmen:


“Santísima Virgen del Carmen, mira con bondad a los pastores y fieles de este pueblo que te veneran con humilde confianza, y enséñales a acoger siempre la Palabra de Dios, a celebrarla en la Eucaristía, y a vivirla y dar testimonio de ella cotidianamente. Acompaña con tu corazón de madre todos sus propósitos y anhelos. Intercede ante tu Hijo Jesucristo, para que ayude a Chile en estos momentos difíciles de su historia, para que bendiga a las familias, en particular a las más afligidas, y multiplique en sus mesas el vino de la concordia y la caridad. Virgen María, alienta y sostén a los chilenos en el camino que quieren recorrer como hijos muy amados de Dios Padre, Madre y Reina de Chile, brilla sobre esta patria como estrella de la nueva evangelización, de la esperanza y de la paz. Amén”.