Sábado, 27 mar (RV).- Este domingo inicia la Semana Santa con la celebración de la
bendición de los ramos y la eucaristía de la Pasión del Señor. Desde hace 25 años
es también el día de celebración de la Jornada Mundial de la Juventud, que fue instituida
por el venerado Papa Juan Pablo II. Esta Jornada de la Juventud se celebra dos años
seguidos de manera diocesana, como ahora, y luego en el tercer año se hace a nivel
mundial. El próximo Encuentro Mundial será en el 2011 en Madrid.
El Papa Benedicto
XVI con motivo de esta vigésimo quinta Jornada Mundial de la Juventud envió un mensaje
que tituló con la frase del evangelio de Marcos en su capítulo diez, “Maestro bueno,
¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?”. En el desarrollo del mensaje, siguiendo
cada uno de los aspectos del versículo bíblico, Benedicto XVI habla sobre la cercanía
de Cristo hacia los jóvenes, y cómo el Señor plantea a cada uno un proyecto de vida,
para cada joven, que como el del evangelio, es rico en cualidades, energías, sueños,
inclusive la misma edad juvenil la ve Benedicto XVI como una riqueza.
En el
mensaje para la Jornada de Mundial de la Juventud, que celebramos este domingo de
Ramos, el Papa Benedicto XVI subraya la respuesta que dio Jesús al joven, le pidió
que abandonara sus riquezas y que lo siguiera. El Papa hace también el llamado a los
jóvenes a que, siguiendo el ejemplo de tantos discípulos de Cristo, acojan con alegría
la invitación al seguimiento, para vivir intensamente y con fruto en este mundo.
Como
indicamos, este Domingo de Ramos es también la Jornada Mundial de la Juventud. Por
ello el director de nuestra emisora, el Padre Federico Lombardi, dedicó su comentario
para el semanario Octava dies, del Centro Televisivo Vaticano, a esta Jornada.
Decenas de
miles de jóvenes festejaron en la Plaza de San Pedro los 25 años de las Jornadas Mundiales
de la Juventud junto al Papa. La gran intuición de Juan Pablo II dio modo a la vasta
actividad educativa y pastoral de la Iglesia con los jóvenes de encontrar – en este
mundo globalizado – sus momentos catalizadores, capaces de alimentar la alegría de
los jóvenes de festejar juntos su fe en Cristo y relanzar su compromiso y su esperanza. Los
jóvenes están en el corazón de la Iglesia, son importantes para ella, son su futuro,
renuevan su juventud. A ellos es a quienes se anuncia con frescura siempre nueva que
Cristo es el sentido de la vida y de la historia. Innumerables educadores y santos
han dedicado sus vidas al servicio de los jóvenes, que han conservado para ellos una
gratitud inmensa. Esta historia es actual y continúa. ¿qué otros
grandes encuentros de jóvenes hablan al mundo de esperanza como las Jornadas Mundiales
de la Juventud y las innumerables realidades locales de las cuales ellas provienen
y que expresan? Episodios dramáticos y escándalos de abusos – aunque raros y circunscriptos
– deben ser claramente combatidos y prevenidos, precisamente para que esta maravillosa
corriente continúe dando sus límpidos frutos para los jóvenes de todo el mundo. Con
el Papa, el camino sigue mirando con entusiasmo hacia delante.