El Papa invita a los obispos escandinavos a no desanimarse a pesar de los desafíos
que se presentan en la actualidad
Jueves, 25 mar (RV).- La centralidad de la familia y la dignidad de la vida humana.
El papel de la religión en la formación de la opinión pública, impulsando el bien
común de toda la sociedad. La pastoral juvenil y la asistencia a los matrimonios mixtos,
sin olvidar el Ecumenismo. Benedicto XVI ha alentado a los obispos de los países escandinavos,
que han terminado su visita «ad limina Apostolorum», a no desanimarse a pesar de los
desafíos que se presentan en la actualidad.
Desafíos que lamentablemente
minan la institución del matrimonio y el enfoque cristiano de la sexualidad humana,
que durante largo tiempo fue cimiento de las relaciones personales y sociales en Europa.
En este contexto, el Papa ha citado la Instrucción ‘Donum Vitae’, de la Congregación
para la Doctrina de la Fe, sobre el respeto de la vida humana naciente y la dignidad
de la procreación.
«Los hijos –dijo el Papa– tienen derecho a ser concebidos,
llevados en las entrañas, traídos al mundo y educados en el matrimonio: sólo a través
de la referencia conocida y segura a sus padres, los hijos pueden descubrir la propia
identidad y alcanzar la madurez humana».
El Santo Padre ha recordado,
una vez más, que en las sociedades con una noble tradición en la defensa de los derechos
de todos sus miembros, es menester tutelar el derecho fundamental de los niños como
prioridad sobre todo supuesto derecho de los adultos de imponer modelos alternativos
de vida familiar y, ciertamente, sobre todo supuesto derecho de aborto. Benedicto
XVI ha evocado su Mensaje para la Jornada Mundial de la paz 2008, cuyo lema era ‘Familia
humana, comunidad de paz’. Y añadió textualmente:
«Puesto que la familia
es la ‘primera e indispensable educadora de la paz’, la mayor y real promotora de
la cohesión social y la mejor escuela de las virtudes de los buenos ciudadanos, es
interés de todos, en especial de los gobiernos, defender y promover la estabilidad
de la vida familiar».
Tras poner de relieve el importante papel en
estos países nórdicos, de la población católica, a pesar de integrar un pequeño porcentaje,
el Papa ha destacado con satisfacción el establecimiento del Instituto Newman en Uppsala,
con el fin de asegurar a la enseñanza católica su lugar legítimo, en el mundo académico
escandinavo y de ayudar a las nuevas generaciones a adquirir una comprensión madura
e informada de su propia fe.
Benedicto XVI ha exhortado asimismo a
estos obispos a perseverar en su destacada misión en la pastoral familiar y en la
pastoral juvenil, con especial atención a los que han experimentado dificultades,
como consecuencia de la crisis financiera reciente, y a los matrimonios mixtos. Realidad
ésta que abarca también la acogida fraterna y la integración en las sociedades de
los países nórdicos de los inmigrados, que en gran número han llegado de Oriente Medio
y muchos de los cuales son cristianos de las Iglesias orientales.
Después
de invitar en este Año Sacerdotal, a animar y a apoyar a los sacerdotes, que tienen
que trabajar a menudo en circunstancias difíciles también debido a las largas distancias
en estos países nórdicos, Benedicto XVI ha destacado también la misión de los religiosos,
de los laicos y de los nuevos movimientos eclesiales, en el impulso debido a la nueva
evangelización y al ecumenismo.