San Buenaventura y don Carlo Gnocchi “genio de la caridad cristiana”, temas de la
audiencia general, en la que el Papa ha celebrado la esperanzadora situación en Irlanda
del Norte
Miércoles, 10 mar (RV).- Dada la gran afluencia de fieles, el tradicional encuentro
semanal de los fieles con el Sucesor de Pedro se desarrolló en dos momentos. Primero
a las 10,15 de la mañana en la basílica vaticana, donde esperaban al Papa 1.600 participantes
en la peregrinación de la fundación Don Carlo Gnocchi, tras la reciente beatificación
de su fundador “luminosa figura del clero milanés”. Esta fundación despliega su actividad
en favor de los niños en dificultad y asiste asimismo a los minusválidos, ancianos
y enfermos terminales, en un vasto ámbito sanitario.
“Apóstol de los tiempos
modernos, genio de la caridad cristiana -ha dicho el Papa de don Carlo Gnocchi- “que
se dedicó con premura a cuidar los pequeños mutilados, víctimas de la guerra en los
que se vislumbraba el rostro de Dios. Sacerdote dinámico y entusiasta, agudo educador,
que vivió integralmente el Evangelio en los distintos contextos de vida en los que
operó con incesante celo y con infatigable ardor apostólico”.
En este año sacerdotal,
una vez más la Iglesia se dirige a él como un modelo al que imitar. Que su fúlgido
ejemplo sostenga el compromiso de todos los que se dedican al servicio de los más
débiles y suscite en los sacerdotes el vivo deseo de redescubrir y fortalecer la conciencia
del extraordinario don de la Gracia que el ministerio ordenado representa para quien
lo ha recibido, para la Iglesia entera y el mundo.
Luego Benedicto XVI,
ya en el Aula Pablo VI, ha dedicado, por segundo miércoles consecutivo, la catequesis
al franciscano san Buenaventura, concretamente a su doctrina. Elegido ministro general
de la Orden Franciscana en 1257, tuvo que hacer frente a una grave tensión debida
a la corriente espiritualista que se inspiraba en la doctrina de Joaquín de Fiore.
Para asegurar la unidad, san Buenaventura tomó como línea de gobierno, que la Orden
debía acercarse lo más posible a la realización del Sermón de la montaña, que fue
para san Francisco la regla maestra por excelencia, aun teniendo en cuenta los límites
del hombre, marcados por el pecado original.
En su obra maestra de contemplación
mística, el Itinerarium mentis in Deum, el santo abad franciscano indica las etapas
que conducen progresivamente el hombre hacia el conocimiento de Dios. Este itinerario
se rige por una disciplina interior hecha de justicia, para purificar las pasiones;
de ferviente oración, para renovar el alma; y de meditación, para iluminar el conocimiento,
a la espera de la contemplación de Dios, que llena de gozo la vida de las personas.
En otro tratado titulado El triple camino, san Buenaventura ilustra el camino interior
que conduce a la unión con Dios a través de la vía de la purificación, la de la iluminación
y la de la unión. El Papa ha invitado a profundizar la lectura y las enseñanzas de
este padre de la Iglesia.
Este ha sido el resumen que de su catequesis ha
hecho Benedicto XVI en español para los fieles de nuestra lengua presentes en el Aula
Pablo VI del Vaticano. Queridos hermanos
y hermanas: San Buenaventura, reaccionando frente a la corriente espiritualista
de la Orden Franciscana, que se apoyaban en las ideas del Abad Joaquín de Fiore, sostenía
que la historia no se divide en tres fases, caracterizadas cada una por una persona
de la Trinidad. La historia es una, aunque es un camino que progresa. Jesucristo es
la última palabra de Dios, y no hay que esperar otro Evangelio u otra Iglesia. San
Buenaventura, con la expresión «la obra de Cristo no cesa, sino que progresa», defiende
la posibilidad de la novedad en la Iglesia, ya que la Palabra de Dios es inagotable
y también las nuevas generaciones pueden dar nuevas luces. De esta manera, nos enseña
la apertura a los nuevos carismas dados por Cristo a la Iglesia, así como la necesidad
de discernirlos. En su importante escrito “El itinerario del alma hacia Dios”, indica
que el conocimiento de Dios es un camino que tiene varias etapas, y que culmina en
una unión plena con Él. En su obra “La triple vía”, describe cómo se articula la vida
espiritual hasta la unión con Dios: la vía purgativa o de purificación del alma, la
vía iluminativa, caracterizada por una fuerte vida de oración y la vía unitiva, que
lleva al hombre a la experiencia íntima de Dios. Saludo a los
peregrinos de lengua española, en particular a los fieles de la Parroquia de Santa
María Magdalena, de Dos Hermanas, acompañados por el Cardenal Carlos Amigo Vallejo.
Siguiendo la enseñanza de san Buenaventura, os invito a continuar el camino cuaresmal
de preparación para la Pascua, mediante la escucha atenta de la Palabra divina, la
práctica de la caridad y la purificación del corazón. Muchas gracias
En
sus saludos en inglés, Benedicto XVI se ha referido a la situación en Irlanda del
Norte, cuyo desarrollo en estos días es un «prometedor signo de esperanza». El Papa
ha asegurado que reza con el anhelo de que estos signos «ayuden a consolidar un futuro
de paz, deseado por todos».
Como siempre antes de terminar la audiencia general,
el pensamiento del Papa se ha dirigido a los jóvenes, a los enfermos y a los recién
casados.
Queridos jóvenes, que el camino cuaresmal que estamos recorriendo
sea ocasión de auténtica conversión que os conduzca a la madurez de la fe en Cristo.
Queridos enfermos, que participando con amor en el sufrimiento del Hijo de Dios encarnado,
podáis compartir desde ahora la gloria y la alegría de su resurrección. Y a vosotros,
queridos recién casados, encontrad en la alianza que, a precio de su sangre, Cristo
ha sellado con su Iglesia, el sostén y el modelo de vuestro pacto conyugal y de vuestra
misión al servicio del Evangelio.