2010-03-05 15:37:03

Primera predicación de Cuaresma: el papel del sacerdote dispensador de los misterios de Dios


Viernes, 5 mar (RV).- Ha tenido lugar esta mañana en la Capilla Redemptoris Mater del palacio Apostólico del Vaticano, ante el Papa y la Curia Romana, la primera predicación de Cuaresma del P. Raniero Cantalamessa. El predicador de la Casa Pontificia ha reflexionado sobre la distinción entre la palabra escrita y el Espíritu y sobre el papel del sacerdote como dispensador de los misterios de Dios.

El padre predicador ha comenzado haciendo una distinción sustancial entre la Antigua Alianza fundada sobre la Ley Mosaica escrita en tablas de piedra y la Nueva Alianza del Espíritu, la ley interior escrita en los corazones. Es una diferencia que “distingue al cristianismo de todas las demás religiones”.

La nueva ley es la vida nueva y es la gracia que procede de la muerte y resurrección de Cristo: RealAudioMP3 “Toda religión humana o filosofía religiosa comienza con decir al hombre aquello que debe hacer para salvarse…el cristianismo no comienza diciendo al hombre aquello que debe hacer, sino aquello que Dios ha hecho por él. Jesús no comenzó a predicar diciendo: ‘convertíos y creed en el Evangelio para que el Reino venga a vosotros’; comenzó diciendo: ‘el reino de Dios ha venido a vosotros’ -sin que vosotros lo hayáis merecido- ¡gratuitamente! Convertíos y creed en el Evangelio. Primero la salvación como don, y después la conversión el deber”.

De esta manera va entendido también el mandamiento de amar a Dios y al prójimo. “En primer lugar está el plan del don de la gracia”. Nosotros amamos porque Dios nos ha amado antes. Es del don de donde brota el deber, y no al revés. En este sentido sería puro moralismo vivir los preceptos más elevados del Evangelio de manera antigua, sin la gracia.

“La ley del Espíritu -ha afirmado el padre Cantalamessa- no es en sentido estricto aquella promulgada por Jesús en el monte de las bienaventuranzas, sino aquella que Él ha grabado en los corazones en Pentecostés”: RealAudioMP3 “Los apóstoles son la prueba viva de ello. Ellos habían escuchado de la viva voz de Cristo todos los preceptos evangélicos, por ejemplo, que quien ‘quiere ser el primero debe ser el último y el servidor de todos’, pero hasta al final les vemos preocupados por establecer quien sería el más grande entre ellos. Sólo después de la venida del Espíritu Santo entre ellos, les vemos completamente olvidados de sí mismos y dedicados solamente a proclamar “las grandes obras de Dios”.

La ley nueva del Espíritu actúa a través del amor, “el amor con el que Dios nos ama y con el que al mismo tiempo hace que nosotros le amemos a Él y al prójimo. Es una nueva capacidad de amar”: RealAudioMP3 “El amor es una ley, ‘la ley del Espíritu’, en el sentido que crea en el cristiano un dinamismo que lo empuja a hacer todo aquello que Dios quiere, espontáneamente, porque ha hecho propia la voluntad de Dios y ama todo aquello que Dios ama. Empuja a hacer las cosas por atracción, no por constricción: es ésta la gran conquista que siempre el pueblo cristiano debe llevar a cabo. El cristianismo está hecho para ser vivido por atracción, por enamoramiento, no por constricción”.

El sacerdote, ha proseguido el padre Cantalamessa, tiene el deber y la tarea de “ayudar a los hermanos a vivir la novedad de la gracia”, a hacer percibir que el cristianismo no es una doctrina, sino una Persona, a predicar no a sí mismo sino la belleza infinita de Cristo, las maravillas del Espíritu que no se imponen, sino que atraen.








All the contents on this site are copyrighted ©.