El Papa invita a los obispos de Uganda a ayudar a resistir a la seducción del materialismo
y expresa su solidaridad por las víctimas de las inundaciones
Viernes, 5 mar (RV).- El Santo Padre ha recibido esta mañana en audiencia a los obispos
de la Conferencia Episcopal de Uganda, al final de su quinquenal Visita "ad limina
Apostolorum". Tras saludar a los prelados, y en su nombre a todo el pueblo
y clero ugandés, el pensamiento del Papa se ha dirigido a quienes se han visto afectados
por las recientes inundaciones en la región de Bududa”. Por esta razón, ha ofrecido
“plegarias a Dios Todopoderoso, Padre de toda misericordia, para que conceda el descanso
eterno a las almas de los difuntos, y dé fortaleza y esperanza a todos los que están
sufriendo las consecuencias de este trágico suceso”.
Recordando la reciente
celebración de la Segunda Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos,
el Pontífice se ha referido al llamamiento a redoblar los esfuerzos al servicio de
una evangelización más profunda en este continente, tal como se lee en el número 15
del Mensaje post sinodal. “A la luz del mensaje evangélico -ha afirmado el Papa- sed
conscientes de la necesidad de alentar a los católicos de Uganda a apreciar plenamente
el sacramento del matrimonio en su unidad e indisolubilidad, así como el derecho sagrado
a la vida”. De ahí que Benedicto XVI los haya exhortado a ayudar a los sacerdotes,
así como a los fieles laicos, a resistir a la seducción de una cultura materialista
del individualismo, que “ha echado raíces en muchos países”.
Después de alentarlos
a proseguir con la convocatoria de una paz duradera basada en la justicia, la generosidad
hacia los necesitados y un espíritu de diálogo y reconciliación, el Papa ha manifestado
su complacencia por la espiritual consolación que las personas suelen encontrar en
las formas populares de la evangelización, tal como es el caso de la peregrinación
organizada por el Santuario de los Mártires de Uganda en Namugongo, donde la presencia
activa de la pastoral de los obispos y de numerosos sacerdotes guían la piedad de
los peregrinos hacia la renovación, como individuos y comunidades.
También
les ha pedido el Pontífice a los obispos ugandeses que sigan guiando a quienes con
corazón generoso ayudan a los desplazados y a los huérfanos de las zonas asoladas
por la guerra; que alienten a los que cuidan a las personas afectadas por la pobreza,
el SIDA y otras enfermedades, enseñándoles a ver en aquellos a quienes sirven, el
rostro sufriente de Jesús. Además, el Papa se ha referido a los programas de educación
en las parroquias, escuelas y asociaciones, así como a las intervenciones de estos
mismos obispos sobre temas de interés común que representan la difusión de una cultura
más sólida por parte de los católicos.
El Santo Padre ha recordado asimismo
que “los obispos -como primeros agentes de la evangelización- están llamados a dar
un testimonio claro de la solidaridad práctica que nace de la comunión en Cristo.
Al mismo tiempo -ha agregado-, todas las comunidades tienen el deber de luchar por
la autosuficiencia”. Y ha hecho hincapié en la importancia de que las personas desarrollen
un sentido de responsabilidad hacia sí mismos, su comunidad y su Iglesia, con un espíritu
católico de sensibilidad a las necesidades de la Iglesia universal”. Antes de impartirles
su bendición apostólica, Benedicto XVI ha encomendando a los pastores y fieles de
Uganda a la protección de María, Madre de la Iglesia.