Las organizaciones eclesiales y la iglesia en América Latina responden al llamamiento
del Papa a la solidaridad con Chile tras el terremoto
Lunes, 1 mar (RV).- Tras el trágico terremoto que asoló Chile la madrugada del pasado
sábado, Benedicto XVI aseguraba sus oraciones y cercanía espiritual al querido pueblo
chileno, duramente probado por tan grave calamidad natural. En este contexto el Papa
dirigió un llamamiento a la solidaridad internacional, en particular por parte de
las organizaciones eclesiales. Ante nuestros micrófonos, el vicepresidente de la Pontificia
Comisión para América Latina, Mons. Octavio Ruiz Arenas, se une precisamente al llamamiento
del Santo Padre:
Por su parte,
los obispos de Chile comprometen toda la energía de la Iglesia tras la catástrofe
del terremoto. En efecto Mons. Alejandro Goic, presidente de la Conferencia Episcopal
chilena y obispo de Rancagua, señaló que éste es "tiempo de orar y unirnos como una
familia que somos" en una inmediata respuesta pastoral al terremoto que ha dejado,
en un balance provisional, más de 700 muertos y ha afectado a 11 de las 16 regiones
del país. El prelado señaló que "fiel a su misión, la Iglesia compromete su apoyo
espiritual y su acción solidaria en esta hora de tragedia. Con la fuerza del Evangelio
somos portadores de esperanza en momentos de temor, de dolor y de desastre".
“A
las autoridades, servidores públicos y a los voluntarios – añadió el presidente de
la Conferencia Episcopal de Chile - les ofrecemos toda nuestra ayuda. Caritas Chile
ha puesto una cuenta especial para recibir ayuda en dinero que se llevará a las localidades
más dañadas. Que el Señor nos dé su paz y la Virgen del Carmen nos cubra con su manto
protector para que podamos levantarnos de esta hora amarga. Fuerza Chile y que el
Dios de la vida nos bendiga a todos", concluyó Mons. Alejandro Goic.
También
la Iglesia católica salvadoreña se une al dolor chileno. Mons. José Luis Escobar Alas,
pidió a la feligresía que se eleven oraciones para que el Chile pueda superar plenamente
el desastre natural ocurrido por el terremoto del sábado pasado. El máximo representante
de la Iglesia católica en El Salvador en su habitual conferencia de prensa dominical
afirmó textualmente: “Debemos orar por la gente afectada por uno de los terremotos
más fuertes de la historia. Nos solidarizamos con las personas que han sufrido esta
tragedia y las encomendamos a Dios”.