Buscar nuevos caminos para un mejor entendimiento entre los gitanos y la Iglesia
Martes, 2 mar (RV).- Desde hoy y hasta el jueves 4 de marzo se celebra en el Vaticano,
en el Palacio de San Calixto, un encuentro de directores nacionales de la pastoral
para los gitanos en Europa sobre el tema: “Solicitud de la Iglesia hacia los gitanos:
situación y perspectivas”, organizado por el Consejo Pontificio para la Pastoral de
los emigrantes e itinerantes.
En su discurso de bienvenida, el presidente
del dicasterio, Mons. Antonio Maria Vegliò manifestó su esperanza de que estos días
de estudio y de trabajo, así como de oración, sean beneficiosos para su apostolado.
Y explicó que su objetivo es el examinar la actual pastoral específica a la que nos
estamos refiriendo para poder poner de relieve las prioridades y formular propuestas
para un compromiso más eficaz y coordinado entre las Iglesias locales europeas y las
diferentes organizaciones eclesiales, así como civiles, que trabajan a favor de los
gitanos.
“Con el apoyo de su experiencia –dijo– buscaremos nuevos caminos
y formas, sin olvidar aquellos antiguos ya probados, con el fin de facilitar un mejor
entendimiento entre los gitanos y la Iglesia, a la que Juan Pablo II animó al final
del Gran Jubileo del año 2000 con la invitación a ‘remar mar a dentro’, recordando
‘con gratitud el pasado’, viviendo ‘con pasión el presente’ y abriéndonos ‘con confianza
al futuro’, así como pidiendo perdón”. En conclusión –agregó- les pido, queridos amigos,
que lleven a nuestros hermanos y hermanas gitanos este mensaje: también nosotros,
hoy, como hizo Pablo VI, no pedimos otra cosa desde el punto de vista pastoral sino
que "acepten la materna amistad de la Iglesia".
DISCURSO COMPLETO
Excelencias,
reverendos y queridos Directores Nacionales, estimados hermanos y hermanas,
Con
gran placer les dirijo mi más cordial bienvenida a todos ustedes, reunidos en este
Encuentro de Directores Nacionales de la Pastoral de los Gitanos en Europa. Les agradezco
de corazón el haber aceptado nuestra invitación a reflexionar juntos sobre La solicitud
de la Iglesia hacia los gitanos: situación y perspectivas. Nos ha reunido el común
deseo de permitir a nuestros hermanos romaníes, sintis, manousche, calò, gitanos en
general y otros viajantes, una mayor participación en la vida y en la riqueza de la
Iglesia y, viceversa, hacerla más presente en medio de ellos. Espero que estos días
de estudio y de trabajo, así como de oración, sean beneficiosos para su apostolado.
Doy
gracias a Dios por darme esta oportunidad de conocer a cada uno de ustedes personalmente
y de expresarles mi gratitud y admiración por la dedicación y el interés con el que
llevan a cabo su tarea. Tengo gran confianza en que la reunión sirva para fortalecer
los vínculos entre ustedes y dé lugar a una colaboración aún más eficaz con el Dicasterio
que, desde hace un año, presido.
Es nuestro objetivo examinar la actual
pastoral específica a la que nos estamos refiriendo para poder poner de relieve las
prioridades y formular propuestas para un compromiso más eficaz y coordinado entre
las Iglesias locales europeas y las diferentes organizaciones eclesiales, así como
civiles, que trabajan a favor de los gitanos. Con el apoyo de su experiencia, buscaremos
nuevos caminos y formas, sin olvidar aquellos antiguos ya probados, con el fin de
facilitar un mejor entendimiento entre los gitanos y la Iglesia, a la que Juan Pablo
II animó al final del Gran Jubileo del año 2000 con la invitación a "remar mar a dentro"
("Duc in altum"), recordando "con gratitud el pasado", viviendo "con pasión el presente"
y abriéndonos " con confianza al futuro" , así como pidiendo perdón.
1.
Recordar con gratitud el pasado
La historia de los gitanos, desde
su llegada a Europa, está "tristemente marcada por el rechazo y las persecuciones,
que tienen como culmen el genocidio nazi, reanudadas en las políticas de limpieza
étnica en los Balcanes y que continúan en las actuales y generalizadas condiciones
de ‘pecado social’, hecho de exclusión y de marginación. En esta historia, la Iglesia
ha tenido sus culpas, directas o indirectas, tanto con las condenas abiertas como
con los silencios a veces interpretados como connivencia. Del examen del alcance y
de los límites de la responsabilidad de la Iglesia en este ámbito aparecen no pocas
sombras, pero también ejemplos luminosos de cristianos que, con su vida y sus acciones,
han marcado el camino de ‘conversión’ y de ‘reconciliación’ hacia el cambio de actitud
de la Iglesia en su postura ante los gitanos" .
Es obligado por tanto
recordar en este ámbito un momento de particular importancia y significado para el
desarrollo positivo de las relaciones entre la Iglesia y los gitanos, y que está profundamente
arraigado en la eclesiología conciliar. Se trata de la histórica visita del Papa Pablo
VI al campamento de los gitanos en Pomezia, el 26 de septiembre de 1965, con ocasión
de su peregrinación internacional. El Pontífice celebró la Santa Misa y en la homilía
trazó un programa de fe y de compromiso para el pueblo gitano y con palabras llenas
de afecto lo introdujo en el corazón mismo de la Iglesia: "Aquí [en la Iglesia] sois
bien recibidos, aquí sois esperados, saludados, festejados [...]. Vosotros hoy, como
quizá nunca antes, descubrís la Iglesia. Vosotros, en la Iglesia, no estáis en los
márgenes, sino que, en algunos aspectos, estáis al centro, estáis en el corazón. Estáis
en el corazón de la Iglesia, [que] ama a los pobres, a los sufrientes, a los pequeños,
a los desheredados, a los abandonados" .
Sólo un auténtico amor por
el hombre, además que para Dios, y el reconocimiento de la dignidad humana podían
inspirar a Pablo VI para hacer ese gesto histórico y único en el proceder hacia los
gitanos: "Aquí tenéis una nueva experiencia: encontráis a alguien que os quiere, os
estima, os aprecia, os asiste" . Esa visita les hizo evidente la solicitud de la Iglesia,
en cuyo seno no deben existir desigualdades en referencia a la raza, a la nación o
a la condición social , ni alguna "discriminación en los derechos fundamentales de
la persona, ya sea social o cultural, por motivos de sexo, raza, color, condición
social, lengua o religión […] por ser contraria al plan de Dios" .
Su
gesto de amor fue retomado por el Papa Juan Pablo II, quien, el 12 de marzo del 2000,
en un gesto histórico de reparación, un acontecimiento intensamente evangélico de
valentía y de humildad, pidió solemnemente perdón por los pecados cometidos por los
hijos de la Iglesia en el pasado; pecados que continúan, por desgracia, proyectando
sus sombras, incluso en el presente. Inicia así un nuevo camino de diálogo y de reconciliación
entre la Iglesia y el pueblo gitano .
Tres años antes, el 7 de mayo
de 1997, el Papa Wojtyla, había elevado a la gloria de los altares un mártir gitano,
el español Ceferino Giménez Malla, reconociendo con ello a su etnia la posibilidad
de la santidad.
Los tres episodios que acabamos de presentar reflejan
con exactitud la renovada eclesiología que el Concilio Ecuménico Vaticano II desarrolló,
dando inicio a una renovación incluso en la evangelización de los gitanos, lo cual
es el apostolado que ustedes desarrollan.
No erraremos - creo - al decir
que Pablo VI, en su discurso en la clausura del Concilio, hizo una síntesis extraordinariamente
aguda de un aspecto fundamental de la eclesiología conciliar, de este modo: "Nunca,
tal vez, como en esta ocasión, la Iglesia ha sentido la necesidad de conocer, de acercarse,
de comprender, de penetrar, de servir, de evangelizar la sociedad circundante, y de
alcanzar, casi correr tras ella en su rápido y continuo cambio" . La Iglesia ha querido
ser escuchada y comprendida por todos, en cuanto que su rica enseñanza doctrinal se
dirige a servir al hombre en todas las condiciones, enfermedades y necesidades. La
Iglesia es "servidora de la humanidad" .
Igualmente atento a los problemas
y a las miserias de la sociedad fue, antes que el Papa Montini, Juan XXIII, solícito
al cumplimiento de la misión de la Iglesia de "vivificar, enseñar, rezar". De hecho,
reclamaba una existencia terrena más digna, justa y meritoria para todos, marcada
por la fraternidad y el amor como exigencias naturales del hombre y como norma de
las relaciones humanas y de convivencia entre las etnias. La Iglesia está llamada
a denunciar las injusticias y las indignas desigualdades, de modo que la vida del
hombre sea más humana.
2. Vivir con pasión el presente
El
legado del Concilio y del Magisterio Pontificio nos pide, por tanto, un "examen de
conciencia" sobre nuestra fidelidad a la vocación y a la misión en la Iglesia, la
cual es de todos, y particularmente de los pobres . Esto nos obliga a examinar nuestra
capacidad de acoger, de escuchar, de servir con el deber de condenar toda forma de
discriminación y de intolerancia, de violación de los derechos y de desprecio de la
dignidad humana.
Es cierto que actualmente los gitanos ya no están solos
como en el pasado. De hecho, numerosas Organizaciones internacionales y nacionales
gitanas y no gitanas trabajan a favor de su promoción humana, social, cultural y religiosa.
El Consejo de Europa, la Unión Europea y el Parlamento Europeo promueven numerosas
resoluciones y recomendaciones para proteger sus derechos fundamentales, así como
desarrollan diversos programas que ofrecen a los jóvenes romaníes, sintis y viajantes
múltiples oportunidades de formación y de desarrollo integral. Son también numerosas
las propuestas de colaboración cultural internacional, y diversas, por último, las
iniciativas dirigidas a su inclusión social.
Sin embargo, la mayoría
de ellos son, por desgracia, todavía excluidos de tales beneficios. Muchos se ven
forzados a vivir en condiciones de pobreza y otros tienen dificultades para llegar
al corazón de la Iglesia a causa de los prejuicios y estereotipos, tan arraigados
en la sociedad que no permiten el desarrollo y la maduración de actitudes de apertura,
acogida, solidaridad y respeto. Por otra parte, brotes de racismo, xenofobia, antigitanismo,
muy a menudo dificultan una convivencia pacífica, humana y democrática. Al mismo tiempo,
no podemos olvidar la responsabilidad y las actitudes negativas de los mismos gitanos
frente a los ambientes en que viven. Hay que recordar pues que también ellos deben
asumir los deberes propios de todos los ciudadanos del país donde permanecen.
Para
allanar el camino que lleva hacia una verdadera cultura y a una deseable espiritualidad
de comunión , es necesario dejarse guiar por "el amor rico en inteligencia y la inteligencia
llena de amor" como escribe el Papa Benedicto XVI en la encíclica Caritas in veritate
(n. 30). De hecho, sólo "el que está animado de una verdadera caridad es ingenioso
para descubrir las causas de la miseria, para encontrar los medios de combatirla,
para vencerla con intrepidez" , como afirmaba el Papa Pablo VI. La reconciliación,
la búsqueda de comprensión de las situaciones concretas de la vida, el esfuerzo común
por respetar y observar las reglas y normas de coordinación y de integración contenidas
y reafirmadas en los acuerdos internacionales, son principios válidos en las relaciones
Iglesia-gitanos y gitanos-sociedad civil en la Europa actual, en fase de transformación
y crecimiento.
Estos principios están contemplados también en nuestras
Orientaciones para una pastoral de los gitanos, el primer documento de ámbito universal
en la Iglesia católica, con el cual "se pretende reafirmar, sin titubeos, el compromiso
de la Iglesia en favor de esta población. Se proponen, además, nuevos caminos que
se han de trazar en las sociedades nacionales y en las Iglesias particulares, para
abrir las comunidades a estos hermanos. Se establecen, igualmente, algunos criterios
pastorales generales para la acción y metas por alcanzar" . Este documento marca por
tanto un momento importante en la historia de la evangelización y de la promoción
humana a favor de los gitanos, después del encuentro de Pablo VI en Pomezia, que anteriormente
he mencionado.
Su participación en la reunión de estos días, en representación
de las Iglesias locales, de Organizaciones internacionales y de Congregaciones e Instituciones
religiosas, es para nosotros un motivo de gran alegría y confianza y es una buena
señal de que la 'brújula', confiada por el Papa Pablo VI al pueblo gitano y a los
agentes pastorales que lo acompañaron a Pomezia hace cuarenta y cinco años, continúa
guiando con firme solicitud el compromiso de la Iglesia.
3. Abrirse
con confianza al futuro
Reflexionando sobre esta misión en un contexto
limitado, que es el europeo, me parece oportuno referirme a cuanto al respecto nos
ofrece la Exhortación apostólica Ecclesia in Europa. Así, "considerando
Europa como comunidad civil – leemos en el n. 12 –, no faltan signos que dan lugar
a la esperanza" , que aquellos Padres sinodales entreveían en la creciente apertura
mutua de los pueblos, en la reconciliación entre naciones y en la progresiva ampliación
del proceso de unificación a los países del este europeo. También están aumentando
las colaboraciones y los intercambios de todo tipo, creando así una ‘conciencia europea’
que ayuda a reforzar la fraternidad y la voluntad de compartir, sobre todo entre los
jóvenes. Los Padres señalaban como positivo el hecho de que todo este proceso tenga
lugar según métodos democráticos, de manera pacífica y en un espíritu de libertad.
Asimismo, se ha hecho mucho para precisar las condiciones y las modalidades del respeto
de los derechos humanos .
Por tanto se abren caminos de esperanza, en
la perspectiva de un concretarse el interés y la movilización de los Organismos internacionales
y nacionales en favor de los gitanos en las nuevas estrategias europeas y en los procesos
de cambio. Las transformaciones que se están realizando – esperamos – contribuirán
a frenar los fenómenos y actos de racismo, antigitanismo y de discriminación, y crearán
una nueva ‘conciencia europea’ que consienta a romaníes, sintis y otros grupos viajantes,
reafirmar su propia identidad y diversidad cultural, en la óptica de una inserción
civil en sus respectivos países.
Por lo que se refiere a las Iglesias
locales, Juan Pablo II recordaba que éstas no pueden permanecer solas a la hora de
afrontar el desafío que la nueva realidad europea supone, por lo que se hace necesaria
"una auténtica colaboración entre todas las Iglesias particulares del Continente,
que sea expresión de su comunión esencial" . En este sentido, el Pontífice pedía a
las Iglesias locales someterse a una lógica del don y del compartir orientaciones
pastorales comunes, como expresión significativa del sentimiento colegial entre los
obispos del continente .
Ha llegado el momento de agradecer una vez
más a los Arzobispos y Obispos aquí presentes, y también, en la distancia, a los otros
Excelentísimos Pastores que se preocupan por la suerte de los gitanos, así como al
Secretario General del CCEE por su ayuda en la profundización del importante argumento
que hemos elegido para nuestra reunión.
En conclusión, les pido, queridos
amigos, que lleven a nuestros hermanos y hermanas gitanos este mensaje: también nosotros,
hoy, como hizo Pablo VI, no pedimos otra cosa desde el punto de vista pastoral sino
que "acepten la materna amistad de la Iglesia" .
Mons. Marchetto
denuncia la pobreza de millones de gitanos en Europa y la hostilidad hacia ellos
Domingo,
28 feb (RV).- Del 2 a 4 de marzo, tendrá lugar en el Vaticano el Encuentro de los
directores nacionales de la Pastoral de los Gitanos. Sobre el objetivo y contenidos
del encuentro nos comenta Monseñor Agostino Marchetto, Secretario general del Pontificio
Consejo para la pastoral de los Migrantes e Itinerantes.
En
primer lugar me gustaría subrayar la situación de grande pobreza en la que se encuentran
millones de gitanos en Europa, que también se ve agravada por el clima de tensión
y hostilidad que existe hacia ellos. Por supuesto, las expresiones de rechazo a los
gitanos, de racismo y de xenofobia no se registran en todos los países con la misma
fuerza, pero persisten en todas partes. Ahora bien, la Iglesia tiene la obligación
de trabajar por la defensa de la dignidad y de los derechos de los gitanos y les recuerda
también sus deberes cívicos. En esta reunión examinaremos la situación de los diferentes
países también desde el punto de vista pastoral, subrayando los desafíos y las oportunidades.
Se tratará de poner de relieve las prioridades y de formular propuestas para un trabajo
más eficaz y coordinado entre las Iglesias locales europeas y los diversos Organismos
eclesiales y no eclesiales, que se prodigan en favor de los gitanos. También buscaremos
enfoques idóneos para conseguir que la Iglesia sea mejor acogida por sus comunidades.
El
tema de la reunión es la “La solicitud de la Iglesia hacia los gitanos: situación
y perspectivas”. ¿En qué modo la Iglesia muestra hacia ellos una atención especial?
La
Iglesia está presente entre los gitanos con una pastoral específica, que tiene en
cuenta sus peculiaridades culturales y respeta su identidad y su diversidad, tal como
lo solicita el Concilio Ecuménico Vaticano II. En casi todos los países europeos existen
instalaciones específicas y oficinas, donde trabajan sacerdotes y agentes de pastoral
para asegurar una eficaz y adecuada atención espiritual. Su número varía de país a
país. En Francia, por ejemplo, que tiene una larga historia en esta pastoral, hay
más de 100 personas trabajando, incluyendo dos sacerdotes, diáconos permanentes, acólitos
y lectores de etnia “Manouche”. Muchos de ellos comparten el estilo de vida de los
gitanos, aceptando vivir en los campamentos y en los remolques, y creando las así
llamadas "comunidades-puente". De este modo se participa de los sufrimientos y de
las preocupaciones cotidianas de los gitanos, creando lazos de solidaridad y de comunión
fraterna. Otra expresión concreta de la atención eclesial a los gitanos son las numerosas
Congregaciones y los Institutos religiosos comprometidos en su evangelización y en
actividades dirigidas a su desarrollo integral. Asimismo es eficaz la labor de sacerdotes,
religiosos, religiosas y diáconos (son más de cien en el mundo) de origen gitano.
Hay que recordar que también existen Organizaciones internacionales que se ponen al
lado de los gitanos en la defensa de sus derechos y en favor de su promoción social,
cultural y religiosa. El hecho de que el 2010 haya sido proclamado
“Año Europeo de lucha contra la pobreza y la exclusión social”, en su opinión, ¿qué
podría representar para la vida de romaníes, sintis y de otros grupos gitanos? El
número de gitanos en Europa se sitúa entre 12 y 14 millones. La mayoría de ellos viven
-como anteriormente dije- en condiciones de gran pobreza, no teniendo acceso a recursos
básicos como el agua potable, la alimentación, la vivienda o la asistencia sanitaria.
A su vez, la pobreza y la discriminación provocan que muchos gitanos sean excluidos
de los ámbitos de trabajo y de la política, de los sistemas educativos y de la toma
de decisiones incluso en lo que a ellos les afecta. Ya se están desarrollando muchas
acciones y proyectos por parte de los Estados y esperamos que se pongan en marcha
otros para hacerles salir de este aislamiento, del cual también ellos son responsables.
Con todo, es necesario tener presente lo que nos pide el Papa Benedicto XVI en la
Encíclica "Caritas in veritate", es decir, estar atentos a que las acciones, los proyectos
y las iniciativas no humillen a los pobres, en este caso a los gitanos. Pues a menudo
se olvida que son personas como nosotros, con su dignidad. Son necesarios gestos de
caridad y caminos de apertura recíproca. Espero que todas las iniciativas a favor
de los romaníes, sintis y de otros grupos gitanos sean a "largo plazo", es decir,
que no concluyan con la clausura del Año europeo, sino que continúen hasta su inclusión
efectiva en la vida social y civil. El programa prevé un debate
sobre las “propuestas para incrementar el diálogo y la colaboración intra y extra
eclesiales”. ¿Por qué se da tanta importancia a este aspecto? El
diálogo y la cooperación son dos pilares que sostienen cada acción de conjunto y por
lo tanto son muy importantes en el trabajo pastoral. Los gitanos, en su mayor parte,
están marginados de la sociedad civil y, por consiguiente, son también fácilmente
excluidos de las comunidades parroquiales del lugar en el que se encuentran. Se necesita,
por tanto, una pastoral específica. Lamentablemente, no todos los obispos y párrocos
sienten esta urgencia. Nuestro objetivo es buscar maneras y medios para favorecer
una mayor disponibilidad y una efectiva implicación de las Iglesias locales, de las
Diócesis y de las parroquias en la pastoral de los gitanos, animando la colaboración
y el compartir entre ellas. Hay diócesis, de hecho, que han logrado crear comisiones
integradas por representantes gitanos y autóctonos. Otras han conseguido establecer
relaciones de fraternidad e iniciar caminos colectivos de cooperación y de comunión.
Algunas Iglesias y diócesis han desarrollado proyectos e itinerarios que implican
a los gitanos y que requieren una toma de conciencia y una mayor responsabilidad.
Una diócesis, por ejemplo, ha abierto una “Ventanilla romaní y sinti”, con funciones
de servicio social, donde se les ofrece también la posibilidad de acceder al microcrédito.
Y no se trata de un mero asistencialismo, sino de estrategias en las que romaníes
y sintis se convierten en protagonistas, y este protagonismo está en su ADN. Se espera
que el compartir estas experiencias ayude a potenciar el compromiso pastoral de las
Iglesias locales y de los movimientos y asociaciones eclesiales. A continuación
les ofrecemos el programa provisional de este encuentro de directores Nacionales de
la Pastoral de los Gitanos en Europa, organizado por el Pontificio Consejo para la
Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes en el Palacio San Calixto del la Ciudad del
Vaticano del 2 al 4 marzo.
Tema: Solicitud de la Iglesia hacia los
Gitanos: situación y perspectivas
Martes 2 de marzo de 2010
8.30 Acogida
de los Participantes
Saludo de Bienvenida Solicitud de la Iglesia
hacia los gitanos Su Excia. Mons. Antonio Maria VEGLIÒ, Presidente del Pontificio
Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes
Introducción
a los Trabajos Situación y perspectivas de la pastoral de los gitanos Su Excia.
Mons. Agostino MARCHETTO, Secretario del Pontificio Consejo para la Pastoral de los
Emigrantes e Itinerantes
Ponencia La pastoral de los gitanos en una
Europa que cambia: desafíos y oportunidades Rvdo. P. Claude DUMAS, ex Director
nacional de la Pastoral de los Gitanos en Francia
Diálogo
11.00
Mesa Redonda La pastoral específica de los gitanos en el contexto de la pastoral
territorial: propuestas para incrementar el diálogo y la colaboración intra y extra
eclesiales Moderador: Su Excia. Mons. János SZÉKELY, Promotor Episcopal (Hungría)
Participantes: Rvdo. P. Duarte DA CUNHA, Secretario General del Consejo
de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE), sobre la sensibilización Su
Excia. Mons. Ciriaco BENAVENTE MATEOS, Promotor Episcopal (España), sobre diálogo
y colaboración Su Excia. Mons. Petru GHERGHEL, Promotor Episcopal (Rumanía),
sobre la comunión
Diálogo
12.00 Concelebración Eucarística
15.00 La pastoral específica de los gitanos en el contexto de la pastoral
territorial a nivel diocesano: propuestas para mejorar la acogida y la solidaridad Su
Excia. Mons. Cesare NOSIGLIA, Arzobispo-Obispo de Vicenza (Italia)
La pastoral
específica de los gitanos a nivel parroquial. De una participación plena en la comunidad
eclesial a una integración social respetuosa Rvdo. P. Derek FARELL, Párroco de
la Parroquia de los Viajantes, Dublín (Irlanda)
Diálogo
16.30 Grupos
de estudio
18.00 Concierto de “Rajkó Art Ensemble” Basílica de Santa Maria
in Trastevere Miércoles 3 de marzo de 2010
09.00 Salida
hacia la Audiencia Pontificia
10.30 Audiencia Pontificia
15.00 Institutos
religiosos al servicio de los gitanos: intercambio de experiencias y testimonios
Hermanitas
de Jesús Hermanita Brigite-Katrin de Jesús (Eslovaquia)
Padres Jesuitas
Rvdo. P. Brendan MacPARTLIN, SJ, Coordinador para Apostolado Social, Conferencia
Europea de Provinciales Jesuitas
Sociedad Don Bosco Rvdo. P. Vaclav KLEMENT,
SDB, Consejero General para las Misiones (Presentado por Rvdo. P. Stanisław RAFAłKO,
SDB, Italia)
16.00 Grupos de estudio
18.00 Informes de los grupos
de estudio del 2 y 3 de marzo
Jueves 4 de marzo de 2010
09.00
Organizaciones Internacionales y Movimientos al servicio de los gitanos: Testimonios
Caritas
Internationalis Sra. Martin LIEBSCH, Directora de Políticas Internacionales y
Coordinadora del Sector Migraciones
Comunidad de Sant’Egidio Dr. Paolo
CIANI (Italia)
Comité Catholique International pour les Tsiganes Sr. Léon
TAMBOUR (Bélgica)
European Roma and Travellers Forum Sr.. Léon TAMBOUR,
Observador de la Iglesia Católica en el Foro