El Papa condena el abuso sexual de niños y jóvenes, “un crimen atroz y grave pecado
que ofende a Dios” y constata, con los obispos de Irlanda, el fracaso para resolver
la crisis
Martes, 16 feb (RV).- Tras la reunión de dos días del Papa y los obispos de la Conferencia
Episcopal irlandesa, se ha hecho público esta mañana un comunicado en el que se subraya
“el fracaso de las autoridades eclesiásticas irlandesas durante muchos años para resolver
de forma efectiva los casos relacionados con el abuso sexual de jóvenes por parte
de clérigos y religiosos irlandeses”. Personalmente Benedicto XVI ha condenado con
rotundidad el abuso sexual de niños y jóvenes, que “no es sólo un crimen atroz, sino
un grave pecado que ofende a Dios”.
Durante los encuentros de ayer
y hoy con el Santo Padre, los obispos irlandeses han expresado francamente sus sentimientos
de dolor y condena, así como de traición, escándalo y vergüenza que han sentido en
numerosas ocasiones ante quienes han sufrido los abusos. Existe además el mismo sentimiento
de ultraje entre el laicado, los sacerdotes y los religiosos. Asimismo, los obispos
aseguran que en la actualidad hay miles de personas cualificadas y voluntarios laicos
dedicados a garantizar la seguridad de los niños en las parroquias.
El
comunicado no arroja dudas sobre los errores de juicio y las omisiones del pasado,
origen de esta crisis y subraya las significativas medidas tomadas ahora para asegurar
la seguridad de niños y jóvenes en cualquier actividad realizada en todas las Iglesias.
También se enfatiza la cooperación con las autoridades estatales de Irlanda –Norte
y Sur- y con el Consejo Nacional para la protección de los niños en la iglesia católica
de Irlanda, para garantizar que el nivel de las políticas y procedimientos empleados
por la Iglesia en este contexto son los mejores.
En este contexto
el Papa advierte a los obispos que esta situación no se resolverá rápidamente y les
exhorta a enfrentarse a los problemas del pasado con determinación para afrontar la
presente crisis con honestidad y valor. También el Pontífice expresa su esperanza
de que estos encuentros ayuden a unir a los obispos para hablar con una única voz
y dar pasos concretos para llevar consuelo a quienes han padecido los abusos.
Benedicto
XVI subraya además cómo esta crisis general de fe que está afectando a la Iglesia
está relacionada con la falta de respeto por el ser humano y cómo la debilitación
de la fe ha sido un factor de contribución significativo en el fenómeno del abuso
sexual de menores. En este sentido el Papa acentúa la necesidad de una mejor y más
profunda preparación humana, espiritual, académica y pastoral de los candidatos al
sacerdocio y la vida religiosa y de todos aquellos que ya están ordenados.
Los
obispos irlandeses han tenido la oportunidad de examinar y discutir un bosquejo de
la próxima Carta Pastoral del Santo Padre a los católicos de Irlanda, que será publicada
en Cuaresma.