Benedicto XVI comienza a reunirse con los obispos irlandeses
Lunes, 15 feb (RV).- El Santo Padre celebra una serie de encuentros en el Vaticano,
hoy y mañana, con los obispos de la Conferencia episcopal irlandesa. Benedicto XVI
ha comenzado sus actividades públicas esta mañana a las 9.30, recibiendo en la Sala
Bolonia del Palacio Apostólico a los obispos de la Conferencia Episcopal irlandesa,
con ha estado reunido durante toda la mañana. En estas reuniones participan solamente
los obispos diocesanos de Irlanda. No participan los Obispos auxiliares ni los Prelados
eméritos. También participan en estos encuentros algunos cardenales prefectos de los
dicasterios de la Curia Romana.
Antes de la audiencia con Benedicto XVI, los
prelados irlandeses han participado, en la celebración eucarística presidida por el
cardenal secretario de Estado, Tarcisio Bertone, que ha tenido lugar en las Grutas
Vaticanas.
En su homilía, el purpurado ha destacado el don singular del Señor
de celebrar esta Eucaristía ante la Tumba de San Pedro, antes del encuentro con su
Sucesor, el Papa Benedicto XVI. Y al darles su cordial bienvenida, les ha dicho que
el Santo Padre se unía espiritualmente a ellos, rezando para que su permanencia en
la Sede de Pedro sea rica de frutos.
“Sed bienvenidos todos juntos, el entero
episcopado de Irlanda, para escuchar al Sucesor de Pedro y presentarle vuestras iniciativas
acerca de la dificilísima crisis en acto en la Iglesia de vuestro país. Por esta razón,
ha dicho textualmente el Cardenal secretario de Estado de Su Santidad, mientras ofrecemos
el sacrificio eucarístico, invocamos de modo particular al Espíritu Santo, a fin de
que este encentro sea colmo de caridad en la verdad y suscite un renovado empeño de
comunión y de unidad entre los pastores y con los fieles a ellos encomendados”
Y
tras manifestarles que para la Iglesia las pruebas pueden venir tanto desde fuera
como desde dentro, y que en ambos casos son dolorosas, el purpurado ha afirmado que
las que provienen de su interior son, naturalmente, más duras y humillantes. Y ha
añadido: “Tal es la grave prueba que están atravesando en este momento vuestras comunidades,
que ven a algunos hombres de Iglesia implicados en actos particularmente execrables”
Y
ha proseguido diciendo que “no basta ser humillados, sino que es necesario llegar
a ser humildes de corazón”. Porque como dijo el cardenal secretario de Estado a los
obispos irlandeses, sólo si se llega a la auténtica “humildad del corazón”, “la gracia
de Dios puede obrar profundamente, y realizar un verdadera renacimiento”. Además,
el purpurado recordó que el primer Paráclito, es el mismo Señor Jesús, que vino a
“defendernos del acusador, el maligno, al que Él ha vencido. Pero la lucha contra
el mal no ha terminado, sino que continúa hasta el final de los tiempos”.
“Lamentablemente,
también el cristiano, que igualmente está unido a Cristo mediante el Bautismo y la
Eucaristía y posee las primicias del Espíritu, está expuesto a la acción del maligno
y puede caer en el pecado. Pero el maligno insinúa también otra tentación, a sus ojos
aún más importante: la que tiende a hacer perder la confianza en Dios, impulsando
al desaliento y a la desesperación. A esta prueba de la fe es necesario responder
con la invocación. He aquí el motivo por el cual estamos aquí, reunidos en torno al
atar del Señor, para decirle: ¡Ayúdanos, Señor, nosotros confiamos en ti”!
El
cardenal Bertone ha recordado a los obispos irlandeses que este grito también salió
una vez de la boca de Pedro y de los Apóstoles, en el lago de Galilea, cuando una
imprevista tempestad amenazaba hundir su barca y ha concluido destacando que “humildad
y confianza” es cuanto el Señor se espera de nosotros. “Que la Santísima Virgen –
ha terminado diciendo - nos ayude a acoger con corazón bueno y fiel la voluntad de
Dios y a recibir toda la fuerza renovadora y confortadora del Santo Paráclito. Que
la Madre de la Iglesia lo obtenga particularmente para vosotros, para todos vuestros
sacerdotes y para el entero Pueblo de Dios que está in Irlanda”.