2010-02-05 14:19:03

El Papa señala a los obispos escoceses que la presencia católica en la vida pública enriquece la vida nacional y recuerda su próximo viaje a Escocia


Viernes, 5 ene (RV).- Benedicto XVI ha recibido esta mañana a los obispos de Escocia, actualmente en visita “ad limina apostolorum”. El Papa ha acogido a los prelados con un emotivo mensaje en el que ha recordado que su presencia expresa una realidad que se encuentra en el corazón de toda diócesis católica - la relación de communio con la sede de Pedro y por tanto con la Iglesia universal. El Santo Padre ha señalado en este sentido, que las iniciativas pastorales que toman la debida consideración de esta dimensión esencial, traen la autentica renovación: “cuando los lazos de la comunión con la Iglesia universal y en particular con Roma, son aceptados con gozo y vividos en plenitud, la fe puede desarrollarse libremente y dar una cosecha de óptimos resultados”.

Más adelante Benedicto XVI ha evocado la coincidencia del año sacerdotal con el 400 aniversario de la ordenación sacerdotal del gran santo mártir escocés John Ogilvie. “Venerado justamente como siervo fiel del evangelio, era verdaderamente tenaz en su entrega a un ministerio pastoral difícil y peligroso, al punto de dar su vida. Que el suyo – ha exhortado el Papa- sea un ejemplo para los sacerdotes de hoy”.

Asimismo el Pontífice se ha congratulado por la importancia que se está dando a la formación del clero, particularmente con la iniciativa “sacerdotes para Escocia”. “El testimonio genuino de sacerdotes comprometidos en la oración y en llevar con gozo su ministerio –ha dicho el Papa- da sus frutos no sólo entre los fieles, sino también en las nuevas vocaciones”.

El Papa ha enfatizado el papel indispensable del sacerdote en la vida de la Iglesia, sobre todo en el dispensar la Eucaristía “de la cual, la misma Iglesia recibe la vida”, y ha alentado a aquellos que se ocupan de la formación de los seminarios a “hacer todo lo posible para preparar una nueva generación de sacerdotes comprometidos y vigilantes, humana, académica y espiritualmente bien equipada para la tarea de ministros en el siglo XXI”.

En este sentido Benedicto XVI ha recordado que “conjuntamente con una adecuada apreciación del papel del sacerdote, se encuentra la correcta interpretación de la específica vocación del laico”. Aunque a veces, ha reconocido, “existe una tendencia a confundir el apostolado laico con ministerio laico, lo que ha llevado a un concepto introspectivo de su papel eclesial”. Por este motivo el Pontífice ha recordado la visión del Concilio Vaticano II, que invita a que el laico viva su vocación bautismal en todas partes, – en la familia, en la patria, en el trabajo- de modo que participa activamente en la misión de la Iglesia por la santificación del mundo. “Una renovada visión del apostolado contribuirá a aclarar los roles de clero y del laicado para impulsar con energía la evangelización de la sociedad. Operación que requiere premura en el afrontar los desafíos que se presentan para afrontar el laicismo en su país”, ha señalado el Papa.

Benedicto XVI se ha referido también a otros temas como la eutanasia que “golpea al corazón mismo de la comprensión cristiana de la dignidad de la vida humana”. El Santo Padre ha señalado también “la belleza de la unión y el gozo de la condición de progenitor”, y ha invitado a estar seguros en “presentar esta enseñanza de manera tal, que se reconozca el mensaje de esperanza que contiene”. Más adelante el Santo Padre ha lamentado que la doctrina de la Iglesia sea percibida a menudo como una serie de prohibiciones y posiciones retrógradas, “mientras la realidad, como sabemos, es creativa y dispensadora de vida orientada hacia la búsqueda y realización de la felicidad que Dios ha implantado en cada uno de nosotros”.

Al mencionar que la Iglesia de Escocia, como en muchos países de Europa del Norte, ha sufrido la tragedia de la división, el Papa ha evocado la gran fisura con el pasado católico de Escocia de hace 450 años. En este sentido ha agradecido a Dios los progresos en la curación de las heridas que eran la herencia de aquel período, particularmente el sectarismo.

“Una fuerte presencia católica en la vida pública puede servir a enriquecer la vida nacional de Escocia –ha finalizado- porque la gente de fe testimonia la verdad, en particular cuando ésta se pona en duda”. El Papa ha concluido anunciando que al final de este año, tendrá el gozo de estar presente entre los católicos de Escocia en su tierra natal. En preparación de esta Visita Apostólica, ha invitado a los prelados a estimular entre su pueblo la oración por aquel momento de gracia para toda la comunidad católica.








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