El Papa expresa su “inmensa tristeza”, reza por las víctimas de la catástrofe en Haití
e invita a todos para que “el espíritu de la solidaridad viva en todos los corazones”
Sábado, 23 ene (RV).- Benedicto XVI tras conocer la tragedia del terrible terremoto
que asoló la isla de Haití hace ya once días, envió una carta al presidente del país,
René Preval, en la que le expresa su inmensa tristeza por este movimiento sísmico
que ha dejado tanta muerte y desolación en la isla caribeña. El Santo Padre asegura
sus oraciones fervientes para todas las personas víctimas de esta catástrofe.
El
Papa en la misiva pide a Dios que acoja en la paz de su reino a todos aquellos que
encontraron la muerte y que consuele a sus familias, que además, en la mayoría de
los casos, no han podido dar a sus familiares una cristiana sepultura. “Ruego también
a Dios -añade el Papa-, para que el Espíritu de la solidaridad viva en todos los corazones
y la calma demore en las calles para que la ayuda generosa alcance a todos. El Pontífice
invita al pueblo haitiano a que no pierda las esperanzas, tras la movilización en
su ayuda de toda la comunidad internacional.
Y tras agradecer a cuantos están
trabajando a favor de las víctimas de esta tragedia, Benedicto XVI asegura al pueblo
que la Iglesia católica a través de sus institutos estará al lado de todas las personas
afectadas por este desastre y, en la medida de sus fuerzas, les ayudará a volver a
encontrar sus oportunidades para un futuro mejor.
El Papa dirigió también
un mensaje al arzobispo de Cabo Haitiano, y presidente de la Conferencia Episcopal,
Mons. Louis Kebreau, en el que le asegura su proximidad espiritual y su ferviente
oración para todos. Y pide a Dios por las almas de todas las víctimas del terremoto,
en especial por Mons. Serge Miot arzobispo de Puerto Príncipe. Asimismo pide a Nuestra
Señora del Perpetuo Socorro que dirija los corazones hacia una solidaridad que alcance
a cada ciudadano haitiano. Por último el Santo Padre alaba la solicitud y rapidez
de la comunidad internacional en el despliegue de la ayuda humanitaria.
Entre
los múltiples mensajes que envió el Papa en estos días a Haití, cabe destacar el que
envió al secretario general de la ONU, firmado por el secretario de Estado, Tarcisio
Bertone, en donde el Papa expresa su pesar por la muerte del representante especial
en la nación, Hedi Annabi, y su delegado Luiz Carlos da Costa y el numeroso personal
militar del MINUSTAH, así como ciudadanos voluntarios y trabajadores locales.
El
Santo Padre ofrece sus fervientes oraciones por el eterno descanso de las almas de
todos aquellos que sacrificaron sus propias vidas al servicio de las Naciones Unidas
en Haití y expresa su gratitud por el trabajo de prevención de conflictos y la salvaguarda
de la paz que este organismo realiza incansablemente en diferentes países.
Benedicto
XVI envió también otra carta firmada por el secretario de Estado, por los funerales
de Mons. Serge Miot, arzobispo de Puerto Príncipe víctima del terremoto. El Papa
expresa sus vivas condolencias a los sacerdotes que colaboraron con el arzobispo,
el cual sirvió con generosidad a su diócesis y que a través de su trabajo en el seno
de la comisión pontificia para la América Latina extendió su solicitud a todo el continente.