Sensibilidad del Papa por los temas de la salvaguardia de la Creación
Martes, 12 ene (RV).- Benedicto XVI abría ayer las puertas del Vaticano recibiendo
a los embajadores de los 178 estados que mantienen relaciones diplomáticas con la
Santa Sede. En la tradicional audiencia de comienzo del año, el Papa subrayó que la
crisis económica no ha terminado, es más, señaló que el egoísmo sin escrúpulos que
la provocó amenaza ahora también el ambiente, la vida y las relaciones entre las personas.
El
Papa en el tradicional intercambio de felicitaciones con el Cuerpo diplomático hizo
una detallada lista de sus preocupaciones, poniendo en primer lugar “la negación de
Dios”, es decir, la crisis moral, que a su juicio es la causa principal de todos los
demás males: de las guerras, a la desigualdad social, del degrado ambiental a la confusión
biológica entre los sexos.
El Santo Padre puso de relieve el sentido de hostilidad
y desprecio difundidos en Europa en relación a las religiones. Oigamos al padre José
Rodríguez Carballo, ministro general de la Orden de los Hermanos Menores, que hace
una reflexión sobre la sensibilidad del Papa por los temas de la salvaguardia de la
Creación.
''Las raíces
actuales de la situación en el mundo, que están ante los ojos de todos, son de orden
moral y la cuestión debe ser afrontada, según el Pontífice, en el cuadro de un gran
esfuerzo educativo. Un cambio de mentalidad y estilos de vida de los que tendrán que
ser promotores sobre todo los jóvenes de hoy. Oigamos ahora al profesor Luís Romera,
rector magnífico de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz.
Y en este mismo
contexto en España, el Obispo de Huesca y de Jaca, Mons. Jesús Sanz Montes, de la
Orden Franciscana, ha escrito una Carta Pastoral titulada ‘Hermana creación, hermana
paz’, dedicada precisamente al mensaje de Benedicto XVI para la Jornada Mundial de
la Paz. Mensaje - escribe el obispo español - «que constituye un precioso reclamo
para trabajar por la paz. Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos serán
llamados hijos de Dios, tal y como decían las bienaventuranzas de Jesús en el Evangelio».
Recordando
que «a esta dicha verdaderamente bienaventurada, nos ha convocado también este año
el Papa, eligiendo el tema «Si quieres promover la paz, respeta la creación», Mons.
Jesús Sanz Montes hace hincapié en que, como dice Benedicto XVI, «cada vez se ve con
mayor claridad que el tema del deterioro ambiental cuestiona los comportamientos de
cada uno de nosotros, los estilos de vida y los modelos de consumo y producción actualmente
dominantes, con frecuencia insostenibles desde el punto de vista social, ambiental
e incluso económico».
Por lo que «ha llegado el momento en que resulta indispensable
un cambio de mentalidad efectivo, que lleve a todos a adoptar nuevos estilos de vida,
“a tenor de los cuales, la búsqueda de la verdad, de la belleza y del bien, así como
la comunión con los demás hombres para un desarrollo común, sean los elementos que
determinen las opciones del consumo, de los ahorros y de las inversiones”. Se ha de
educar cada vez más para construir la paz a partir de opciones de gran calado en el
ámbito personal, familiar, comunitario y político».
El Obispo de Huesca y Jaca
se une al Papa recordando que «no obstante, aun siendo primariamente importante este
respeto hacia la creación comprometiéndonos a detener el deterioro ambiental que tan
graves consecuencias tiene en la vida de las personas, no es la única cuestión». Pues
«hay un libro en el que las nuevas generaciones pueden y deben leer y aprender esta
lección. La Iglesia tiene una responsabilidad respecto a la creación y se siente en
el deber de ejercerla también en el ámbito público, para defender la tierra, el agua
y el aire, dones de Dios Creador para todos, y sobre todo para proteger al hombre
frente al peligro de la destrucción de sí mismo… No se puede pedir a los jóvenes que
respeten el medio ambiente, si no se les ayuda en la familia y en la sociedad a respetarse
a sí mismos: el libro de la naturaleza es único, tanto en lo que concierne al ambiente
como a la ética personal, familiar y social».
«Y de modo original y hasta sanamente
provocativo, concluye este mensaje papal indicando que «una correcta concepción de
la relación del hombre con el medio ambiente no lleva a absolutizar la naturaleza
ni a considerarla más importante que la persona misma», escribe Mons. Jesús Sanz Montes,
añadiendo luego que «el Magisterio de la Iglesia manifiesta reservas ante una concepción
del mundo que nos rodea inspirada en el ‘ecocentrismo’ y el ‘biocentrismo’, porque
dicha concepción elimina la diferencia ontológica y axiológica entre la persona humana
y los otros seres vivientes».
Pues de este modo, «se anula en la práctica
la identidad y el papel superior del hombre, favoreciendo una visión igualitarista
de la “dignidad” de todos los seres vivientes. Se abre así paso a un nuevo panteísmo
con acentos neopaganos, que hace derivar la salvación del hombre exclusivamente de
la naturaleza, entendida en sentido puramente naturalista».
Tras recordar
que «la Iglesia invita, en cambio, a plantear la cuestión de manera equilibrada, respetando
la “gramática” que el Creador ha inscrito en su obra, confiando al hombre el papel
de guardián y administrador responsable de la creación, papel del que ciertamente
no debe abusar, pero del cual tampoco puede abdicar», el Obispo de Huesca y de Jaca
termina su Carta Pastoral destacando que «por eso amamos la vida, toda ella, en cada
tramo y expresión. Sólo así la paz en nuestros labios no contradice jamás la que alberga
nuestro deseo y nuestro corazón».