2010-01-12 16:28:44

Sensibilidad del Papa por los temas de la salvaguardia de la Creación


Martes, 12 ene (RV).- Benedicto XVI abría ayer las puertas del Vaticano recibiendo a los embajadores de los 178 estados que mantienen relaciones diplomáticas con la Santa Sede. En la tradicional audiencia de comienzo del año, el Papa subrayó que la crisis económica no ha terminado, es más, señaló que el egoísmo sin escrúpulos que la provocó amenaza ahora también el ambiente, la vida y las relaciones entre las personas.

El Papa en el tradicional intercambio de felicitaciones con el Cuerpo diplomático hizo una detallada lista de sus preocupaciones, poniendo en primer lugar “la negación de Dios”, es decir, la crisis moral, que a su juicio es la causa principal de todos los demás males: de las guerras, a la desigualdad social, del degrado ambiental a la confusión biológica entre los sexos.

El Santo Padre puso de relieve el sentido de hostilidad y desprecio difundidos en Europa en relación a las religiones. Oigamos al padre José Rodríguez Carballo, ministro general de la Orden de los Hermanos Menores, que hace una reflexión sobre la sensibilidad del Papa por los temas de la salvaguardia de la Creación. RealAudioMP3

''Las raíces actuales de la situación en el mundo, que están ante los ojos de todos, son de orden moral y la cuestión debe ser afrontada, según el Pontífice, en el cuadro de un gran esfuerzo educativo. Un cambio de mentalidad y estilos de vida de los que tendrán que ser promotores sobre todo los jóvenes de hoy. Oigamos ahora al profesor Luís Romera, rector magnífico de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz. RealAudioMP3

Y en este mismo contexto en España, el Obispo de Huesca y de Jaca, Mons. Jesús Sanz Montes, de la Orden Franciscana, ha escrito una Carta Pastoral titulada ‘Hermana creación, hermana paz’, dedicada precisamente al mensaje de Benedicto XVI para la Jornada Mundial de la Paz. Mensaje - escribe el obispo español - «que constituye un precioso reclamo para trabajar por la paz. Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios, tal y como decían las bienaventuranzas de Jesús en el Evangelio».

Recordando que «a esta dicha verdaderamente bienaventurada, nos ha convocado también este año el Papa, eligiendo el tema «Si quieres promover la paz, respeta la creación», Mons. Jesús Sanz Montes hace hincapié en que, como dice Benedicto XVI, «cada vez se ve con mayor claridad que el tema del deterioro ambiental cuestiona los comportamientos de cada uno de nosotros, los estilos de vida y los modelos de consumo y producción actualmente dominantes, con frecuencia insostenibles desde el punto de vista social, ambiental e incluso económico».

Por lo que «ha llegado el momento en que resulta indispensable un cambio de mentalidad efectivo, que lleve a todos a adoptar nuevos estilos de vida, “a tenor de los cuales, la búsqueda de la verdad, de la belleza y del bien, así como la comunión con los demás hombres para un desarrollo común, sean los elementos que determinen las opciones del consumo, de los ahorros y de las inversiones”. Se ha de educar cada vez más para construir la paz a partir de opciones de gran calado en el ámbito personal, familiar, comunitario y político».

El Obispo de Huesca y Jaca se une al Papa recordando que «no obstante, aun siendo primariamente importante este respeto hacia la creación comprometiéndonos a detener el deterioro ambiental que tan graves consecuencias tiene en la vida de las personas, no es la única cuestión». Pues «hay un libro en el que las nuevas generaciones pueden y deben leer y aprender esta lección. La Iglesia tiene una responsabilidad respecto a la creación y se siente en el deber de ejercerla también en el ámbito público, para defender la tierra, el agua y el aire, dones de Dios Creador para todos, y sobre todo para proteger al hombre frente al peligro de la destrucción de sí mismo… No se puede pedir a los jóvenes que respeten el medio ambiente, si no se les ayuda en la familia y en la sociedad a respetarse a sí mismos: el libro de la naturaleza es único, tanto en lo que concierne al ambiente como a la ética personal, familiar y social».

«Y de modo original y hasta sanamente provocativo, concluye este mensaje papal indicando que «una correcta concepción de la relación del hombre con el medio ambiente no lleva a absolutizar la naturaleza ni a considerarla más importante que la persona misma», escribe Mons. Jesús Sanz Montes, añadiendo luego que «el Magisterio de la Iglesia manifiesta reservas ante una concepción del mundo que nos rodea inspirada en el ‘ecocentrismo’ y el ‘biocentrismo’, porque dicha concepción elimina la diferencia ontológica y axiológica entre la persona humana y los otros seres vivientes».

Pues de este modo, «se anula en la práctica la identidad y el papel superior del hombre, favoreciendo una visión igualitarista de la “dignidad” de todos los seres vivientes. Se abre así paso a un nuevo panteísmo con acentos neopaganos, que hace derivar la salvación del hombre exclusivamente de la naturaleza, entendida en sentido puramente naturalista».

Tras recordar que «la Iglesia invita, en cambio, a plantear la cuestión de manera equilibrada, respetando la “gramática” que el Creador ha inscrito en su obra, confiando al hombre el papel de guardián y administrador responsable de la creación, papel del que ciertamente no debe abusar, pero del cual tampoco puede abdicar», el Obispo de Huesca y de Jaca termina su Carta Pastoral destacando que «por eso amamos la vida, toda ella, en cada tramo y expresión. Sólo así la paz en nuestros labios no contradice jamás la que alberga nuestro deseo y nuestro corazón».







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