Lunes, 04 ene (RV).- El Director de la Oficina de Información de los obispos españoles,
Isidro Catela Marcos, ha escrito una carta al director de un diario español, con el
deseo de hacer algunas puntualizaciones con respecto a las declaraciones del Presidente
del Congreso de los Diputados, D. José Bono, en la entrevista publicada por su periódico
ayer domingo, día 3 de enero.
El texto integral de la carta es el siguiente:
Madrid, 3 de Enero de 2010
Carta al Director
LA CONFERENCIA
EPISCOPAL ANTE EL ABORTO
Señor Director,
Respecto
a las declaraciones del Presidente del Congreso de los Diputados, D. José Bono, en
la entrevista publicada por su periódico el pasado domingo, día 3 de enero, deseamos
hacer las siguientes puntualizaciones:
La Conferencia Episcopal, en su detallada
Declaración sobre el Proyecto de Ley del Aborto, publicada el 17 de junio por la Comisión
Permanente y hecha expresamente suya por la Asamblea Plenaria el 27 de noviembre,
explica que dicho Proyecto supone un serio retroceso en la protección de la vida de
los que van a nacer. Ante todo, porque el aborto pasa a ser tratado como un derecho
de la mujer; pero también, porque entiende la salud – cuya puesta en peligro sería
razón para abortar - como “bienestar social”, además de “físico y psíquico”; y porque
impone en el sistema educativo la propaganda del aborto. Por todo ello, los obispos
han recordado que nadie que se atenga a los imperativos de la recta razón puede dar
su apoyo a esta ley; los católicos, además, tampoco pueden hacerlo en virtud de la
coherencia con la propia fe. En este caso no es posible invocar Evangelium vitae,
según la cual un católico sólo puede votar una ley abortista cuando se trate de una
norma que restrinja la injusticia de la legislación vigente, supuesto siempre que
no se pueda hacer otra cosa y que conste públicamente que quien se ve obligado a actuar
de esa forma es contrario a toda ley que no proteja adecuadamente el derecho inviolable
a la vida de los que van a nacer.
La carta de junio de 2004, que el entonces
Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe envió a la Conferencia Episcopal
de los Estados Unidos de América, recogía la doctrina de Evangelium vitae y la del
Código de Derecho Canónico. Aquella Conferencia Episcopal actuó de modo semejante
a como lo ha hecho la Conferencia Episcopal Española, recordando la doctrina que cada
obispo, como corresponde, aplica en su diócesis. De hecho en varias ocasiones no fueron
admitidas a la Sagrada Comunión, personas que públicamente habían dado su apoyo o
su voto a una ley que no protegía de forma adecuada el derecho a la vida de los que
van a nacer.
La Conferencia Episcopal, según su deber y como era de esperar,
ha explicado la doctrina de la Iglesia sobre estas materias, válida en todo el mundo
para cualquier católico con independencia de filiaciones políticas y sin mencionar,
en ningún caso, a nadie en particular.