El Papa anima a los universitarios a continuar los proyectos de cooperación entre
las Universidades de Roma y África para promover el desarrollo
Viernes, 18 dic (RV).- Ayer tarde, Benedicto XVI recordó a los universitarios que
el portal de Belén, sabiduría de Dios, sugiere que se debe estudiar manteniendo el
ánimo de los pequeños, con espíritu humilde y simple. Con himnos y cantos fue acogido
el Santo Padre, en la basílica de San Pedro para la celebración de las Vísperas con
los universitarios de Roma. Un encuentro tradicional que desde 1979 reúne al Sucesor
de Pedro con los estudiantes, en preparación a la Navidad.
Inspirado en la
antífona que propone la Liturgia de las Horas, en este primer día de la novena de
Navidad, el Papa se preguntó sobre la Sabiduría que llega de Belén, afirmando que
ésta nace de la Sabiduría de Dios, que está en el misterio, es decir, es un designio
divino, que permaneció escondido por mucho tiempo y que Dios reveló en la historia
de la salvación.
“La paradoja cristiana consiste justamente en la identificación
de la sabiduría divina, es decir, el Logos eterno, con el hombre Jesús de Nazaret
y con su historia. No hay solución a esta paradoja que no sea la palabra Amor, que
en este caso es escrita con la A mayúscula, pues se trata de un amor que supera infinitamente
las dimensiones humanas e históricas”.
En este contexto, el Papa aseguró que
un profesor cristiano y un estudiante cristiano llevan dentro de sí el amor apasionado
de esta Sabiduría, recordando que todo aquello que es percibido por la inteligencia
humana puede serlo porque, de una u otra forma y medida, participa de la sabiduría
creadora. Y en ella, agregó el Papa, se encuentra también la posibilidad misma del
estudio, investigación y diálogo científico en cada campo del saber.
Tras recordar
que esta sabiduría de Dios fue acogida por los más pequeños en el portal de Belén,
el Papa explicó que esto no sugiere una cierta inutilidad del estudio para conocer
la verdad, sino que “se trata de estudiar, de profundizar los conocimientos manteniendo
el ánimo de los pequeños, un espíritu humilde y simple, como el de María, la sede
de la sabiduría”.
Al aclarar que acercarnos al portal de Belén no es un obstáculo
a nuestra criticidad y modernidad, el Papa invitó a los universitarios a ayudar a
descubrir el verdadero rostro de Dios pues es la primera forma de caridad, que para
ellos asume la calificación de caridad intelectual. Tal como, lo propone el camino
de la pastoral universitaria diocesana de este año: “Eucaristía y caridad intelectual”.
Al
concluir la celebración donde la delegación universitaria australiana entregó a la
africana el icono de María Sedes Sapientiae, el Papa confió a la virgen a todos los
universitarios del continente africano y el compromiso de cooperación que en estos
meses, después del Sínodo especial para África se ha ido desarrollando entre las universidades
de Roma y las de África.
“De nuevo animo esta nueva perspectiva de cooperación
y deseo que de esta puedan nacer y crecer proyectos culturales capaces de promover
un verdadero desarrollo integral del hombre”.