2009-12-18 14:59:36

El destino del hombre como el del árbol de Navidad: “portador de una luz que es testimonio de la verdadera luz que viene al mundo”


Viernes, 18 dic (RV).- Benedicto XVI este mediodía, ha recibido en audiencia a la delegación de Valonia, en Bélgica, que ha venido a Roma para ofrecer al Santo Padre el tradicional árbol de Navidad que cada año viene erigido al lado del pesebre, junto al obelisco central de la plaza de san Pedro. El Papa en su discurso ha agradecido este don navideño a todas las autoridades políticas locales que han viajado a Roma.

“En el bosque, los árboles crecen próximos unos a otros y cada uno de ellos -ha explicado el Papa- contribuye a hacer del bosque un lugar umbroso, a veces incluso oscuro. Y he aquí que, elegido entre una multitud, el abeto majestuoso que hoy me ofrecéis está iluminado y cubierto de decoraciones brillantes que son como frutos maravillosos”. Porque “abandonando su vestido oscuro por un resplandor centelleante, se ha transfigurado y ahora es portador de una luz que no es la misma, pero que rinde testimonio de la verdadera Luz que viene a este mundo”.

El destino de este árbol, ha afirmado el Papa, es comparable al de los pastores que fueron iluminados por el mensaje de los ángeles: “La suerte de este abeto es parecida a la nuestra, nosotros aquí estamos llamados a llevar buenos frutos para manifestar que el mundo ha sido verdaderamente visitado y redimido por el Señor. Aderezado al lado del nacimiento, este abeto representa, a su manera, la presencia del gran misterio presente en el lugar simple y pobre de Belén”.

“Este abeto -ha dicho el Santo Padre-, proclama la llegada del Hijo de Dios no sólo a los habitantes de Roma, y a los peregrinos, sino a todos los que de alguna manera llegarán a la plaza de San Pedro a través de las pantallas de televisión desde todo el mundo”.

A través de él, “el suelo de vuestra tierra y la fe de las comunidades cristianas de vuestra Región de Valonia saludan al Niño Dios”, Aquél que ha venido a traer la Buena Nueva y a llamar a todas las criaturas, desde las más humildes a las más elevadas para entrar en el misterio de la Redención.







All the contents on this site are copyrighted ©.