2009-12-11 15:06:32

El Card. Bertone elogia el pensamiento de D. Sturzo en el 50 aniversario de su muerte


Viernes, 11 dic (RV).- El cardenal Bertone elogió ayer por la tarde la figura y el pensamiento de Luigi Sturzo, “uno de los políticos más insignes del siglo pasado y ante todo, gran sacerdote”. Con ocasión del 50 aniversario de la muerte de D. Sturzo, el cardenal secretario de Estado, Tarciso Bertone, intervino en la sede de la Universidad católica LUMSA, para recordar el compromiso social de este sacerdote de Caltagirone, resultado de un permanente compromiso interior en busca de la virtud, que no puede ser indiferente en la esfera pública.

Actualizando el pensamiento de Luigi Sturzo, el cardenal Bertone recordó su “visión de la política entendida como ejercicio de caridad responsable hacia el prójimo y corazón de la doctrina social de la Iglesia”. De hecho, a través de la caridad, las micro relaciones -como la amistad y la familia-, y las macro relaciones, como el Estado y la comunidad internacional, están relacionadas y son interdependientes.

En este sentido, como explicó el purpurado, cualquier relación humana tiene una valencia pública y citando a D. Sturzo subrayó: “todos los vicios sociales que se oponen al amor, como la envidia, el odio, la ira, el desprecio, la soberbia, son fuente y motivo de injusticia”. Esto nos reclama a todos a orientar la propia vida y relaciones a la virtud, porque de la virtud de las personas depende la virtud de la sociedad. Para Luigi Sturzo no existe separación entre ética individual y ética social.

El cardenal Bertone insistió en la visión del sacerdote expresada en el histórico “llamamiento a los libres y fuertes” de 1919, en el que se supera la idea del “Estado centrista tendente a limitar y regular cualquier poder orgánico y cualquier actividad cívica o individual”, en favor de un Estado “que reconozca los límites de su actividad y que respete los núcleos y los organismos naturales”. El objetivo último del Estado en este caso es el desarrollo del hombre como individuo, o en las formaciones sociales donde se desarrolle su personalidad. En este contexto, la comunidad internacional está al servicio del bien común de la familia humana.

En su discurso el purpurado se refirió también a la relación del Estado con la familia, la Comunidad internacional y la Iglesia. Con respecto a esta última se recordó la equilibrada visión de D. Sturzo de una relación recíproca y de plena autonomía, cada uno con sus medios específicos, pero ambos llamados a servir al pleno desarrollo humano.

A cincuenta años de su muerte, señaló el cardenal Bertone, Luigi Sturzo nos invita a renovar el compromiso en la búsqueda de la virtud, en la vida privada y en la pública. “Porque si se orientan hacia la virtud, la política, el Estado y la comunidad internacional dejan de ser un espacio finito para convertirse en un espacio abierto al infinito y a la trascendencia innata del ser humano”.








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