Jueves, 10 dic (RV).- El pasado 6 y 7 de diciembre en Buckavu, República Democrática
perdieron la vida, a pocas horas de distancia, un sacerdote y una religiosa: Don Daniel
Cizimya Nakamaga, de 51 años, sacerdote fue muerto en su parroquia de Kabare, el domingo
6. El comunicado de la arquidiócesis duda que el asesinato del sacerdote sea casual,
dejando entender que existe una precisa estrategia para atacar a la Iglesia. y la
noche del 7 de noviembre fue asesinada sor Denise Kahambo Murahirwa, monja trapense
atacada por hombres armados y en uniforme que irrumpieron en el monasterio de Nuestra
Señora de la Luz de Muresha a 20 km. de Bukavu, siempre en el territorio de Kabare.
En otra información de la Iglesia en África, el próximo sábado 12 de diciembre
se celebran los funerales de P. Louis Blondel, de 70 años, perteneciente a la congregación
religiosa Misioneros de África, conocidos como Padres Blancos, asesinado el domingo
pasado en Diepslott, en Pretoria, Sudáfrica. El misionero de origen francés fue asesinado
por tres jóvenes que se introdujeron en su habitación con fines de robo. En un comunicado
hecho público, los Misioneros de África y la comunidad cristiana en la que el sacerdote
misionera trabajó expresan su agradecimiento a Dios por el compromiso ejercido por
Padre Blondel, sus las múltiples iniciativas y su inteligencia creativa.
El
P. Blondel es el cuarto sacerdote católico asesinado en Sudáfrica a lo largo de este
2009. Los otros tres sacerdotes son P. Daniel Matsela Mahula, P. Lionel Sham, y Padre
Ernest Plochl.
Un mes después de la publicación de la Carta del Secretario
de Estado vaticano, Card. Tarcisio Bertone, dirigida a los sacerdotes chinos en ocasión
del Año sacerdotal, el pasado 10 de noviembre, según informa la agencia Fides, las
reacciones suscitadas han sido fuertes y positivas entre los sacerdotes y fieles chinos
y un grupo de Obispos y sacerdotes hicieron llegar a la agencia informativa un texto
en el que indican que después de haber estudiado atentamente la carta del Card. Bertone
a la luz de la Carta de Benedicto XVI dirigida en 2007 a los católicos chinos, se
aprecia que el Card. Secretario de estado no critica y no habla de las interminables
disputas del pasado y de los nuevos contrastes de hoy.
No menciona incidentes
específicos –escriben– sino que se dirige a los sacerdotes chinos con corazón paterno,
exhortándolos con afecto a mantener como ejemplo a San Juan María Vianney de modo
que “los sacerdotes chinos se sienten cálidamente alentados y altamente inspirados
por la exhortación que se les dirige para infundir esperanza. “Los sacerdotes chinos
están muy agradecidos al papa y al Secretario de Estado por su amor e interés y están
de acuerdo con ellos sobre los puntos que han puesto de relieve en su exhortación:
cultivar las virtudes sacerdotales, promover la madurez de su formación humana y organizar
mejor las comunidades de la Iglesia. La carta del cardenal Bertone con su luminosa
esperanza indica una clara dirección colocándose en línea con la espiritualidad y
el pensamiento teológico de los Papas, y corrobora el principio y la dirección de
diálogo y de la reconciliación según las actuales circunstancias y el desarrollo de
las relaciones entre China y el Vaticano.