Jueves, 10 dic (RV).- En el marco de la Asamblea Anual del Secretariado Episcopal
de América Central, los obispos de la región, dirigieron una carta a todos los sacerdotes
centroamericanos, para agradecerles “la fidelidad al Señor y a su pueblo, su trabajo
pastoral, a menudo en medio de situaciones adversas, animándolos a renovar y a vivir
con alegría la sublime vocación a la que han sido llamados por gracia y don del Señor”.
Y
citamos: “Queridos sacerdotes, les dirigimos una palabra de aliento a todos ustedes
que luchan por vivir con fidelidad el don recibido, pues como dice nuestro santo patrono,
San Juan María Vianney, “un buen pastor, un pastor según el corazón de Dios, es el
tesoro más grande que el buen Dios puede conceder a una parroquia, y uno de los dones
más preciosos de la misericordia divina ¡Oh qué grande es ser sacerdote! Si se diera
cuenta moriría… Dios le obedece: pronuncia dos palabras y “Nuestro Señor” baja del
cielo al oír su voz y se encierra en una pequeña hostia. El sacerdote continúa la
obra de la redención sobre la tierra… él tiene las llaves de los tesoros del cielo;
él es quien abre las puertas”.