Benedicto XVI subraya y elogia las relaciones fraternas existentes en Albania gracias
al compromiso y contribución personal de Su Beatitud Anastas
Viernes, 4 nov (RV).- Desde que obtuvo la libertad, la Iglesia Ortodoxa de Albania
ha sido capaz de participar con éxito en el diálogo internacional católico-ortodoxo.
Benedicto XVI ha recordado este contexto para elogiar las relaciones fraternas existentes
en el país gracias al compromiso y contribución personal de Su Beatitud Anastas, demostrando
que para los cristianos es posible vivir en armonía.
El Santo Padre recibía
esta mañana al arzobispo de Tirana, Durazo y Toda Albania, de quien ha subrayado su
reconocida actividad misionera, en particular en la reconstrucción de los lugares
de culto, en la formación del clero y en las catequesis que ya no están prohibidas.
En este contexto el Pontífice recordaba cómo durante la segunda parte del siglo pasado,
los cristianos de Albania, tanto ortodoxos como cristianos, mantuvieron su fe no obstante
un régimen ateo extremamente represivo y hostil.
Benedicto XVI ha resaltado
los elementos de fe que comparten las dos iglesias, como la común profesión del credo
niceno-constantinopolitano; el común bautismo para la remisión de los pecados y para
incorporarnos en Cristo y en la Iglesia; la herencia de los primeros Concilios ecuménicos;
la comunión real, aunque imperfecta, que ya comparten y el común deseo y la colaboración,
para construir sobre las bases existentes.
En este sentido el Santo Padre ha
querido recordar dos iniciativas importantes en Albania: la fundación de la Sociedad
Bíblica interconfesional y la creación del Comité para las relaciones interconfesionales.
“Son esfuerzos puntuales –ha dicho el Papa- para promover la comprensión recíproca
y la cooperación concreta, no sólo entre católicos y ortodoxos, sino entre cristianos
musulmanes y bektashi”.