Día Mundial del SIDA: Acceso universal a la prevención, tratamiento y atención para
2010
Jueves, 26 nov (RV).- Desde 1981, año en
que se describió el primer caso de infección por VIH/SIDA, unos 60 millones de personas
se han visto infectadas por el virus, y de ellas han muerto unos 20 millones. Por
este motivo, Naciones Unidas ha establecido el 1 de diciembre como Día Mundial del
SIDA para recordar a todas estas personas fallecidas, y a los millones de contagiados
en el mundo, sobre todo en el continente africano. Porque, a nivel mundial, menos
de una persona de cada cinco, en riesgo de infección por el VIH tiene acceso a los
servicios de prevención básicos contra esa infección.
Después del compromiso
contraído por los miembros del G8 y, posteriormente, los Jefes de Estado y de Gobierno
en la Cumbre Mundial de las Naciones Unidas celebrada en 2005, la ONU ha iniciado
consultas a fin de definir el concepto de acceso universal a la prevención, el tratamiento
y la atención del VIH/SIDA para 2010, así como un marco que lo haga posible. Queda
un mes para un lograr este objetivo.
Las víctimas del SIDA son una preocupación
diaria de la Iglesia, como lo expresó Benedicto XVI en uno de sus discursos a los
obispos de África en su visita ad limina de 2005: “Hermanos obispos, comparto vuestra
profunda preocupación por la devastación causada por el virus del sida y por las enfermedades
vinculadas con él. Ruego en particular por las viudas, por los huérfanos, por las
madres jóvenes y por las personas cuya vida se despedaza debido a esta cruel epidemia.
Os exhorto a proseguir vuestros esfuerzos para combatir este virus, que no sólo causa
la muerte, sino amenaza seriamente la estabilidad económica y social del continente”.
Como recordaba el cardenal Javier Lozano Barragán, presidente la Pastoral
de la Salud, en uno de sus mensajes para la jornada del 1 de diciembre, la situación
epidemiológica del VIH/sida sigue proporcionando grandes preocupaciones; se calcula
que en el año 2005 las personas afectadas por el VIH llegaban a 40,3 millones, de
las cuales 2,3 millones eran menores de 15 años. El VIH/sida sigue sembrando muerte
en todos los países del mundo.
El mejor cuidado para todas estas personas
es la prevención, en este sentido la Iglesia católica sigue dando su aporte tanto
en la prevención como en la asistencia a los enfermos de VIH/sida y a sus familias
en el plano médico-asistencial, social, espiritual y pastoral. El 26,7% de los centros
para el cuidado del VIH/sida en el mundo son católicos. Son numerosos los proyectos
y los programas de formación, prevención y asistencia, cuidado y seguimiento pastoral
en favor de los enfermos, que las Iglesias locales, los institutos religiosos y las
asociaciones laicales llevan adelante con amor, sentido de responsabilidad y espíritu
de caridad.
Concretamente, de acuerdo con las informaciones que han llegado
de las diversas Iglesias locales e instituciones católicas en el mundo, las acciones
que se realizan en el campo del sida se pueden esquematizar del siguiente modo: promoción
de campañas de sensibilización, programas de prevención y educación sanitaria, ayuda
a los huérfanos, distribución de medicamentos y alimentos, asistencia domiciliaria,
institución de hospitales, centros, comunidades terapéuticas que concentran su obra
en el cuidado y la asistencia al enfermo de VIH/sida, colaboración con los gobiernos,
atención en las cárceles, cursos de catequesis, elaboración de sistemas de ayuda a
través de internet, e institución de grupos de apoyo al enfermo.
Junto a este
incalculable y loable compromiso, el Papa Juan Pablo II instituyó el 12 de septiembre
de 2004 la fundación "El Buen Samaritano", confiada al Consejo pontificio para la
pastoral de la salud, y confirmada por el Papa Benedicto XVI, para llevar, gracias
a las donaciones que se reciben, una ayuda económica a los enfermos más necesitados
del mundo, en particular a las víctimas del VIH/sida. En estos años de actividad de
la fundación, se han enviado a las Iglesias locales en América, Asia, África y Europa
importantes ayudas financieras para la compra de medicamentos.