El Papa se une al luto de la Iglesia ortodoxa serbia por la muerte del Patriarca Pavle
Lunes, 16 nov (RV).- El padre Federico Lombardi, director de la oficina de prensa
de la Santa Sede ha hecho unas declaraciones a la radiotelevisión serbia sobre la
muerte del Patriarca Pavle: “Al patriarca Pavle se le recuerda y aprecia en la Iglesia
católica como hombre de gran espiritualidad y de oración, representante de la gran
tradición espiritual del monaquismo ortodoxo”.
Además, se le recuerda, ha dicho
nuestro director general como personalidad abierta a las relaciones ecuménicas y al
diálogo con la Iglesia católica. Los miembros de la comisión para el diálogo teológico
entre ortodoxos y católicos no han olvidado su invitación para celebrar en Serbia
su importante sesión de diálogo en el 2006, antes de que enfermara, y no han olvidado
su verdaderamente cordial acogida en aquella ocasión”.
Tras recordar que el
sábado por la mañana, inmediatamente después de la audiencia concedida al presidente
de Serbia, el Santo Padre le dijo a nuestro director que el mandatario serbio le había
hablado de las graves condiciones de salud del Patriarca, y le había pedido a Benedicto
XVI que rezara por él; el padre Lombardi afirma que “naturalmente, el Papa se había
interesado por el Patriarca y había asegurado sus oraciones”.
“Por tanto podemos
decir que el Papa ha estado espiritualmente cercano al Patriarca en este pasaje hacia
el Señor, y que toda la Iglesia católica participa con el Papa en el luto de la Iglesia
ortodoxa serbia y encomienda al Señor a este gran pastor suyo”.
El patriarca
de la Iglesia ortodoxa serbia Pavle murió ayer en Belgrado, en el hospital militar
de la ciudad, su funeral será el próximo jueves 19 de noviembre, en el monasterio
de Rakovica. El patriarca tenía 95 años de edad. Como obispo se comprometió en la
reconstrucción de edificios de culto parcialmente destruidos o necesitados, entre
los que cabe mencionar el seminario antiguo de los santos Cirilio y Metodio en Prizren,
así como la edificación de nuevas iglesias. Durante su episcopado denunció las condiciones
de la población serbia del Kosovo, los ataques contra los monasterios y los cementerios
cristianos, las agresiones contra religiosos y el éxodo forzado hacia las fronteras
del Kosovo.
Desde el 1990 era patriarca, Su ministerio inició en un momento
crucial de la disgregación de la República socialista federal de Yugoslavia, Pavle
intentó tener lejana la iglesia serbia de las luchas políticas, dirigiendo varios
mensajes al pueblo y a las autoridades para que los conflictos se resolvieran de
manera pacífica, y para que se reconociera el proceso democrático y se creara una
Serbia democrática. Al concluir las guerras entre el gobierno central de Belgrado
y las repúblicas separatistas de Eslovenia, Croacia, Bosnia Herzegovina y Macedonia,
sucedió el conflicto étnico en Kosovo, del cual ya el patriarca Pavle había denunciado
la precaria situación de las poblaciones cristianas, al respecto decidió comprometerse
en primera persona para salvaguardar a los últimos serbios que vivían en la provincia
separatista. En el 2000 en los resultados de las elecciones en la república federal
de Yugoslavia, el presidente saliente, Slobodan Milošević no reconoció la victoria
de su adversario, Koštunica, el patriarca Pavle tomó posición y reconoció a este último
en nombre de la Iglesia ortodoxa, lo que provocó que Milošević cediera finalmente
el poder.