En el encuentro de astrónomos en este año internacional de la astronomía, el Papa
invita a reflexionar sobre el progreso del conocimiento científico
Viernes, 30 oct (RV).- Benedicto XVI ha recibido esta mañana en audiencia a los participantes
en el encuentro internacional de astrónomos celebrado en el Vaticano con motivo del
año internacional de la astronomía, “una celebración que coincide –ha recordado el
Santo Padre- con el cuarto aniversario de las primeras observaciones de Galileo del
firmamento a través del telescopio” y que nos invita a reflexionar sobre el inmenso
progreso del conocimiento científico en la edad moderna.
El Pontífice ha destacado
en esta ocasión, que el encuentro coincide con la inauguración de las nuevas instalaciones
del Observatorio astronómico vaticano de Castelgandolfo, cuya historia está muy unida
a la figura de Galileo, a las polémicas que rodearon su investigación, y al intento
de la Iglesia de lograr una comprensión correcta y fructífera de las relaciones entre
ciencia y religión.
“Aprovecho esta ocasión –ha reiterado el Santo Padre-
para expresar mi agradecimiento, no sólo por los meticulosos estudios que han contextualizado
históricamente la condena de Galileo, sino también por los esfuerzos realizados a
través del diálogo y la reflexión sobre la complementariedad de la fe y de la razón
al servicio de una comprensión integral del hombre y su lugar en el universo”.
El
Santo Padre ha querido agradecer de forma especial al personal del Observatorio, y
a los amigos y benefactores de la Fundación del Observatorio Vaticano, sus esfuerzos
en la promoción de la investigación, y las oportunidades de educación y diálogo entre
la Iglesia y el mundo científico.
Y en este sentido se ha preguntado sobre
quién pude negar que la responsabilidad hacia el futuro de la humanidad y el respeto
de la naturaleza, hoy más que nunca, requiere la observación atenta, el juicio crítico,
la paciencia y la disciplina, esenciales para el método científico moderno. Señalando
que “al mismo tiempo, los grandes científicos de la era de los descubrimientos nos
recuerdan también que el verdadero conocimiento se dirige siempre hacia la sabiduría,
y lejos de restringir el horizonte de la mente, nos invita a levantar nuestra mirada
hacia el elevando reino del espíritu”.
Además de afirmar que la moderna cosmología
nos ha demostrado que ni nosotros, ni la Tierra, son el centro de nuestro universo,
formado por millones de galaxias, cada una de ellas compuestas por miríadas de estrellas
y planetas, el Papa se ha interrogado sobre cómo responder al desafío de este año
de redescubrir nuestro lugar en el universo. En este sentido Benedicto XVI ha expresado
su esperanza en que los frutos de este año internacional de la astronomía conduzcan
de la contemplación de las maravillas de la creación hasta la contemplación del Creador:
“En Cristo, el nuevo Adán, -ha finalizado- reconocemos el centro verdadero del universo
y de toda la historia, y en él, el Logos encarnado, vemos la medida más completa de
nuestra grandeza como seres humanos, dotados de razón y llamados a un destino eterno”.