2009-10-29 14:46:44

El Papa recibe al nuevo embajador de Irán y alienta a la colaboración de todos los creyentes para construir un mundo más humano


Jueves, 29 oct (RV).- Alentando a la urgente necesidad de nuestro tiempo de que los creyentes de las diversas religiones colaboren en armonía para construir un mundo más humano y conforme al proyecto de Dios, el Papa ha reiterado que la Santa Sede desea consolidar sus buenas relaciones con la República Islámica de Irán, por el bien de la familia humana, impulsando sin cesar la paz, promoviendo la dignidad humana sin distinción y tutelando los derechos humanos universales, afianzados en la libertad religiosa y de conciencia.

Benedicto XVI ha dado su cordial bienvenida esta mañana al nuevo embajador iraní, recordando la presencia católica en esta nación desde los comienzos del cristianismo y su papel en la promoción de la convivencia armoniosa con los musulmanes, con el anhelo de que las autoridades iraníes garanticen a los cristianos las condiciones esenciales para su existencia.

En su denso discurso, agradeciendo al embajador sus amables palabras y los parabienes que le ha transmitido en nombre del presidente de la República Islámica de Irán, Mahmud Ahmadineyad, el Papa ha reiterado que «por su presencia en los organismos internacionales y sus relaciones bilaterales con numerosos países, la Santa Sede desea defender y promover la dignidad del hombre. Con el anhelo asimismo de estar al servicio del bien de la familia humana, con un interés particular en lo que respecta a los aspectos éticos, morales y humanitarios de las relaciones entre todos los pueblos» y favoreciendo «la comprensión mutua y la colaboración por el bien común».

Evocando las eminentes tradiciones espirituales del pueblo iraní y su profunda sensibilidad religiosa - «motivo de esperanza para una apertura creciente y una colaboración confiada con la comunidad internacional», Benedicto XVI ha recordado que «por su parte, la Santa Sede siempre estará dispuesta a trabajar en armonía con los que sirven la causa de la paz y que promueven la dignidad que el Creador ha dado a todo ser humano».

«En la actualidad, todos debemos esperar y apoyar una nueva fase de cooperación internacional, fundada con mayor firmeza en los principios humanitarios y la ayuda efectiva a los que sufren, sin que ello dependa de fríos cálculos de intercambios y beneficios técnicos y económicos», ha señalado el Santo Padre, reiterando luego que «la fe en el único Dios debe acercar a todos creyentes e impulsarlos a trabajar juntos en favor de la defensa y la promoción de los valores humanos fundamentales».

Destacando el lugar fundamental de la libertad religiosa y de conciencia, entre los derechos universales, el Santo Padre se ha referido a la importancia de la dignidad de las personas y pueblos, de la tutela de la vida, la justicia y la solidaridad.

Una vez más, Benedicto XVI ha puesto de relieve la actualidad y urgencia del establecimiento de relaciones cordiales entre las distintas religiones «con el fin de construir un mundo más humano y conforme al proyecto divino sobre la creación», expresando su alegría por los encuentros organizados con regularidad, desde hace varios años, entre el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso y la Organización para la Cultura y las Relaciones Islámicas, sobre temas de interés común para toda la humanidad.

«Por otra parte, los católicos están presentes en Irán desde los primeros siglos del cristianismo y son aún parte integrante de la vida y la cultura de la Nación», ha recordado el Santo Padre, haciendo hincapié en que «esta comunidad es realmente iraní y su experiencia secular convivencia armoniosa con los musulmanes es sumamente útil para la promoción de una mayor comprensión y cooperación».

El Papa ha subrayado que «la Santa Sede confía en que las Autoridades iraníes sabrán reforzar y garantizar a los cristianos la libertad de profesar su fe y asegurar a la comunidad católica las condiciones esenciales para su existencia, en particular, la posibilidad de contar con personal religioso suficiente y las facilidades para desplazarse en el país para garantizar el servicio religioso de los fieles». Benedicto XVI ha afirmado que espera que se desarrolle un diálogo confiando y sincero con las instituciones del país, con el fin de mejorar la situación de las comunidades cristianas y de sus actividades en el contexto de la sociedad civil, impulsando su sentido de pertenencia en la vida nacional.

Asegurando luego el anhelo de la Santa Sede - en el cumplimiento de su misión - de ayudar «a la comunidad católica en Irán a mantener vivos los signos de la presencia cristiana, en un espíritu de buen entendimiento con todos», Benedicto XVI ha enviado sus mejores saludos «a las comunidades católicas que viven en Irán, así como a sus Pastores», reafirmando que «el Papa permanece al lado de todos fieles y ruega por ellos para que, manteniendo con perseverancia su propia identidad y permaneciendo apegados a su tierra, colaboren generosamente con todos sus compatriotas en el desarrollo de la Nación».







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