Intervención de Mons. Michael George Mabuga MSONGANZILA, Obispo de Musoma (TANZANIA)
S. E. R. Mons. Michael George Mabuga MSONGANZILA, Obispo de Musoma (TANZANIA)
Intervención
consignada por escrito, pero no leída en el Aula.
Hago esta intervención
para ofrecer un ejemplo concreto acerca de cómo el Evangelio puede volverse levadura
que transforma los valores y las prácticas culturales africanas.
En la diócesis
de Musoma, en Tanzania, la mutilación genital femenina está difundida entre la población,
sobre todo en los distritos de Tarime, Rorya y Serengeti. No obstante todas las campañas
realizadas, esta práctica cultural, por muchísimo tiempo, fue considerada parte del
proceso de iniciación a la edad adulta y a un nuevo estadio de la femineidad, allanando
el camino hacia el matrimonio. No hay nada de malo en preparar a las muchachas para
la madurez y para un nuevo estadio de la femineidad. En el curso de todo el proceso
se transmiten a las jóvenes los valores culturales positivos del clan y de la tribu.
Se las prepara para asumir las responsabilidades y para comportarse bien en la familia
y en la sociedad cuales futuras madres. Éste es un aspecto positivo. Sin embargo ¿por
qué este proceso se cumple eliminando la parte más sensible de un cuerpo (el de la
joven?). El dolor infligido a las muchachas ¿puede ser tolerado como parte o porción
del programa de formación de la tribu, del clan o de la sociedad?
La mutilación
genital femenina tiene efectos negativos y traumatizantes para la salud, y muchas
jóvenes han muerto. Esta práctica las debilita física y emotivamente. Los progenitores
(sobre todo las madres) son víctimas de sus usanzas, educación y prácticas culturales
que nunca han cambiado en el curso de los años.
Ha llegado el momento de detener
esta práctica de mutilación genital femenina como proceso hacia la madurez y la adquisición
de un nuevo status de la femineidad. Las mujeres nacen con algunas partes del cuerpo
debido a buenos motivos, así como ocurre para el hombre. Si Dios hubiese querido que
estas partes no estuviesen, ¿por qué las ha creado?
En vez de predicar solamente
contra esta práctica cultural, se puso en marcha una iniciativa pastoral para proponer
una manera alternativa de iniciar a las jóvenes a la madurez. Este diálogo corre
parejo a la catequesis sobre el valor del cuerpo humano (teología del cuerpo humano).
Propongo
que este Sínodo examine en profundidad las raíces de los obstáculos que afrontamos
al oponernos a prácticas culturales que impiden la promoción de la reconciliación,
la justicia y la paz en nuestro continente. Tenemos necesidad de valor para extraer
fuerza de nuestra fe en Cristo, de manera que sean nutridas las relaciones con Cristo,
que podrían conciliar las prácticas culturales africanas con nuestra identidad católica.