Intervención do Sr. Maged MOUSSA YANNY, Director Ejecutivo de la Asociación de Educación
y Desarrollo de Alto Egipto (EGIPTO), Oyente
Sr. Maged MOUSSA YANNY, Director Ejecutivo de la Asociación de Educación y Desarrollo
de Alto Egipto (EGIPTO)
Las preguntas que comúnmente se hacen los cristianos
que viven en países de mayoría islámica son:
1. ¿Debemos nosotros, como cristianos,
entrar en diálogo con los musulmanes, aún si a veces percibimos hostilidad y violencia
por parte de grupos extremistas islámicos, al igual que intolerancia y rechazo por
parte de nuestros vecinos?
2.¿ Cómo pueden los miembros de la Iglesia construir
una paz duradera?
Permítanme compartir con ustedes mi experiencia en la comisión
de justicia y paz en Egipto, que fue una de las primeras iniciativas en el país.
En
los años ochenta y noventa, Egipto vivió años difíciles de violencia por parte de
grupos extremistas... funcionarios de alto rango, escritores, policías y muchos cristianos
fueron víctimas de esta violencia. La Comisión de justicia y paz en 1992, invitó a
los musulmanes y a los cristianos a una mesa redonda (escritores, periodistas, expertos
de los medios de comunicación, activistas de los derechos humanos, miembros de fraternidades
musulmanas y miembros de partidos diferentes) para ofrecer una plataforma en donde
que cada uno pudiera expresar sus puntos de vista libremente.
La idea subyacente
a este diálogo era la de diagnosticar el problema, sugerir soluciones, en el caso
en que fuera posible, y reforzar los valores de la ciudadanía, la tolerancia y la
aceptación. Este diálogo fue publicado en un libro bajo el título de Diálogo Nacional.
Vemos, incluso ahora, los resultados de este diálogo cuando los participantes defienden
los valores e ideas de la reconciliación y de la ciudadanía. Algunos de los puntos
más importantes que surgieron en dicho encuentro, y a los que debemos prestar atención,
son:
-La importancia de trabajar con niños en las escuelas para inculcarles,
indirectamente, los valores de la reconciliación, de la aceptación, etc.
-Eliminar
de los planes de estudio todos aquellos textos que puedan aumentar la intolerancia
y el odio.
- La importancia de los medios de comunicación, que aveces trabajan
en contra de la construcción de la paz.
-Se le debe prestar igual atención
a los mensajes emitidos por los hombres religiosos, tanto cristianos como musulmanes.
-Finalmente,
creo que el diálogo no debe permanecer distante, como si fuera exclusivo de una élite
que se reúne a puerta cerrada, sino que se debe poner en práctica. Debe llegarle al
público para producir efecto.
Sigamos, entonces, dialogando con nuestros hermanos
musulmanes para construir un mundo mejor, reconciliado, pacífico y justo.