Intervención de Mons. Rudolf DENG MAJAK, Obispo de Wau, Presidente de la Conferencia
Episcopal (SUDÁN)
S. E. R. Mons. Rudolf DENG MAJAK, Obispo de Wau, Presidente de la Conferencia Episcopal
(SUDÁN)
Intervención consignada por escrito, pero no leída en el Aula.
Cumpliendo
nuestra función asignada por Dios, nosotros, los Obispos Católicos Sudaneses, hemos
dedicado nuestro ministerio pastoral durante los continuos disturbios de nuestra nación
en la búsqueda de una concreta reconciliación y paz en Sudán. Nos hemos comprometido
en conversaciones directas con los líderes sudaneses, escribiendo, aproximándonos
o solicitando la directa intervención de la Comunidad internacional, los países hermanos,
nuestros hermanos en la fe en los países del AMECEA, SECAM y los obispos de Sudáfrica,
a los que quedamos muy agradecidos, pidiéndoles persistentemente que mostraran solidaridad
y cooperación con las iniciativas de Paz en Sudán.
En la estructura de nuestra
Conferencia Episcopal, hemos reforzado las comisiones de Justicia y Paz, que tienen
sucursales en las nueve diócesis de Sudán. Esta Comisión es muy activa en la resolución
de conflictos, llevando la reconciliación a los diferentes grupos étnicos del Sudán
posible. Se han tomado mucho interés en el diálogo interreligioso lo que, por supuesto,
tiene muy poco éxito.
En nuestra diócesis, y a través de nuestro ministerio
pastoral para con los afectados por la guerra y los sudaneses deprimidos, los Obispos
se han comprometido también a tratar la curación y recuperación de los traumas a través
de la acción espiritual y sacramental. Más concretamente, en la mayor parte de Sudán,
las Iglesias se han comprometido en actividades de desarrollo socioeconómico. Las
cosas básicas que la gente necesita, como comida, salud, escuelas, y desarrollo social,
a lo largo del extenso periodo de conflictos en Sudán, han sido proporcionadas por
la Iglesia.
Hay semillas potenciales de violencia en este momento en Sudán.
Colectivamente,
estas disputas e incertidumbres, generan un ambiente inestable en el cual la violencia
norte-sur puede desencadenarse. Lo que urgentemente se necesita ahora es tratar de
manejar el conflicto y prevenirlo para que no empeore.