Intervención del Rev.do P. Mamby Dominique BASSE, Superior Mayor de las Escuelas Pías
en Senegal
Rev.do P. Mamby Dominique BASSE, Sch. P., Superior Mayor de las Escuelas Pías en Senegal
(Escolapios) (UNIÓN DE LOS SUPERIORES GENERALES)
La paz duradera pasa
por la educación: se trata de una convicción que comparten los consagrados cuyo carisma
es la educación de la juventud.
Esta misión se impone hoy en un contexto donde
el africano vive en un ambiente económico, psicológico y sociopolítico, a menudo difícil,
y que alimenta entre los jóvenes tensiones interiores que se traducen exteriormente
en comportamientos completamente contrarios al espíritu de la paz y la reconciliación.
Actualmente
en África el desafío primordial de nuestro tiempo es que en el mundo de los jóvenes
persiste y predomina la cultura de la violencia y los estereotipos que les proponen
los medios de comunicación, los políticos y todos los que pasan por tener “éxito social”.
Asimismo,
la violencia está cerca de los jóvenes, porque está presente en los estragos continuos
causados por el conflicto que destruye la vida familiar. Frente a todas estas formas
de violencia familiar, el silencio permisivo y la impunidad latente son la mejor manera
de provocar las revueltas.
No olvidemos que la pobreza que afecta a los jóvenes
es una violencia.
Frente a esta situación, la educación para la paz y la reconciliación
es una necesidad urgente allí donde los consagrados trabajan con los jóvenes. Nos
corresponde a nosotros, los consagrados, proponer a los jóvenes lo mejor de la sociedad
contemporánea.
Por eso, proponemos al Sínodo:
- Que todas las estructuras
eclesiales pongan en marcha un programa para afrontar los conflictos, recuperando
el método de la acción católica (VER-REFLEXIONAR-ACTUAR);
- Que se creen servicios
de escucha donde los consagrados, formados con las técnicas de escucha activa, estén
disponibles para acoger a los jóvenes que sienten la necesidad de confiarse;
-
Que las congregaciones religiosas en comunión con la Iglesia local creen unas organizaciones
dirigidas a facilitar la inserción profesional de los jóvenes, su acceso al empleo
y a unos sueldos decentes, a través de una formación profesional adecuada, un acompañamiento
personalizado y una movilización de los responsables públicos, privados y sociales
implicados;
- Que nuestras instituciones educativas pongan en marcha un programa
de educación a los valores basados en nuestros valores culturales.