Intervención de Mons. Manuel António MENDES DOS SANTOS, Obispo de São Tomé e Príncipe
S. E. R. Mons. Manuel António MENDES DOS SANTOS, C.M.F., Obispo de São Tomé e Príncipe
(SANTO TOMÉ Y PRÍNCIPE)
¿Cómo lograr que la Palabra de Dios sea conocida,
amada y operativa en la Iglesia?
Ante todo, debemos crear medios que permitan
a todos los cristianos tener acceso a la Sagrada Escritura. Para esto, es necesario
esa “gran solidaridad” que haga posible reducir sustancialmente el precio de las Biblias.
Es
preciso desarrollar la pastoral bíblica.
Es necesario animar a los cristianos
a leer las Sagradas Escrituras, partiendo de Jesucristo como centro de la revelación
que éstas contienen y luz que ilumina cada página del Libro sagrado.
Alimentados
por la Palabra de Dios, nuestros fieles pueden resistir con más facilidad a las seducciones
de los nuevos grupos religiosos, muchos de los cuales usan precisamente una lectura
fundamentalista de la Biblia para difundir sus propias ideas.
A partir de la
fe en Jesucristo resucitado, vencedor del reino del mal, podemos presentar al mundo
caminos de esperanza, de paz y de liberación; caminos que llevan a la liberación de
los miedos ancestrales, como el de la brujería que tantos sufrimientos siembra entre
nuestros pobres.
La Palabra de Dios, leída y proclamada como oración, puede
indudablemente ayudar a construir una cultura de la familia, puesto que lleva a los
cristianos a confrontarse con la Verdad y la necesidad de una conversión de la vida
que les lleve a vivir de acuerdo con los caminos del Señor.
La Palabra de Dios
da significado a nuestra lucha contra la pobreza, al alimentar la certeza de que lo
que hacemos a nuestro hermano, lo hacemos al mismo Cristo.
La Palabra de Dios
nos convierte en instrumentos de reconciliación, de justicia y de paz.