Intervención de Mons. Daniel Marco Kur ADWOK, Obispo titular de Mossori (SUDÁN)
S. E. R. Mons. Daniel Marco Kur ADWOK, Obispo titular de Mossori, Obispo auxiliar
de Khartoum (SUDÁN)
Como parte de su compromiso pastoral en la búsqueda
de la paz, los obispos de Sudán pusieron ante sí y ante sus fieles, la visión de un
Sudán más humano en el que las personas pudieran vivir en armonía y en el que no existieran
la guerra, la opresión, la violencia, el odio tribal/étnico, la injusticia, la violación
de los derechos humanos y la discriminación por motivos religiosos.
La firma
del Acuerdo Extenso de Paz (CPA) entre el norte y el sur del Sudán el 9 de enero de
2005, marcó un punto de inflexión en la historia de este atormentado país. Hasta ahora,
el acuerdo firmado ha sido el mejor de todos los acuerdos hechos entre las partes
en conflicto desde la independencia del Sudán en 1956. El acuerdo refleja, en gran
medida, las preocupaciones encontradas y previamente expuestas por los obispos, una
visión de Sudán en donde todos sean tratados con igualdad, independientemente del
color, de la raza o del credo.
Dada la crisis política que vive el país actualmente,
Sudán tiene pocas opciones de donde escoger:
- La subdivisión de todo el país
en varios estados, debido a la reiteración de un estilo de unidad que difícilmente
reconoce una religión que no sea el Islam u otra cultura diferente de la árabe y que
niega el acceso a los derechos políticos, económicos y civiles; Esta forma de unidad
siempre comprometerá al país en conflictos interminables.
- Si la unidad del
país representa la mejor opción, el gobierno debe reformar concretamente su estrategia
política, adoptando una constitución laica y un sistema de gobierno en cada Estado
para permitirle a cada ciudadano tener un sentido de pertenencia sin prejuicio alguno.
Este intento no solo reduciría la tensión frente a los no-musulmanes, sino que abarcaría
también otras regiones como Darfur, Sur de Khartoum, y el sur del río Nilo azul. Estas
tres regiones son, predominantemente, musulmanas pero se sienten excluidas, como los
cristianos del sur, del tipo de unión que el gobierno de Khartoum trata de formar.
Esta opción se viene aplicando desde hace 55 años.