2009-10-13 17:10:10

Intervención de Mons. Tesfaselassie MEDHIN, Obispo de Adigrat (ETIOPÍA)


S. E. R. Mons. Tesfaselassie MEDHIN, Obispo de Adigrat (ETIOPÍA)

Considero que no se ha dedicado la suficiente atención a la formación, que es un tema central para la Iglesia en África mientras desarrolla su servicio para la reconciliación, la justicia y la paz, “...sal de la tierra... y luz del mundo”
La Iglesia desarrolla su misión a través de sus estructuras e instituciones, y más concretamente a través de los obispos, los sacerdotes, religiosos y religiosas, los catequistas y los fieles laicos que, cada cual según su nivel respectivo, deben ser guías y modelos para las comunidades cristianas, como “reconciliadores”, “personas justas” , “artífices de paz”.
La formación de los sacerdotes es fundamental si se quiere alcanzar este objetivo.
Por lo tanto, debemos asegurarnos que la formación que impartimos a nuestros futuros sacerdotes y agentes de evangelización los ayude a ser conscientes de los desafíos, a ser ministros seguros de ellos mismos, equilibrados y maduros, capaces de resistir las graves turbulencias del tiempo.
Recomendaciones.
- Existe una fuerte exigencia por comprender las presiones destructivas y los desafíos a los cuales se enfrentan nuestras sociedades en África hoy, con una atención particular por las familias y por los jóvenes. Esto exige por parte de la Iglesia la realización de programas de formación específicos.
- Los programas de formación en los Seminarios mayores y en las Casas de formación religiosa
requieren mucha atención y una evaluación muy atenta con el fin de determinar la calidad y la eficacia de la formación de los miembros de la Iglesia que puedan ser testigos auténticos de la reconciliación, de la justicia y de la paz.
- Utilizar nuestros Institutos de estudios superiores para instituir una facultad que desarrolle e integre en los programas, en lo que concierne a los mecanismos de reconciliación, las mejores prácticas y los modelos culturales africanos más eficaces para proporcionar la formación de un personal al servicio de la reconciliación, de la justicia y de la paz, que podría desarrollar el propio servicio a nivel nacional regional y continental, según las exigencias.
- La atención por la diversidad existente en nuestras sociedades africanas es una realidad que no debe subestimarse.







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