Sínodo: papel de las sectas y familia, célula base de la sociedad africana
Miércoles, 7 oct (RV).- Entre las 4 y media
de la tarde y las 7 de la noche de este miércoles 7 de octubre realizo la V Congregación
general del Sínodo de los obispos para África, en la que estuvo presente el Papa Benedicto
XVI. De hecho la primera actividad de la sesión fue el informe breve que presentó
el secretario del Sínodo, Mons. Nicola Eterovic, sobre el trabajo realizado en la
mañana por los círculos menores. Mons. Eterovic dijo que los padres sinodales se agruparon
en 12 círculos menores, 5 en lengua inglesa, 5 en lengua francesa, uno fue mixto,
ingles y francés, y el otro grupo fue el de habla portuguesa. Como moderador de este
grupo portugués fue elegido Mons. Raymundo Damasceno Assis, arzobispo de Aparecida
en Brasil y presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano.
Después
del breve informe presentado al Santo Padre, la Congregación se desarrolló con la
intervención de 22 padres sinodales. Al ser libres las intervenciones, los argumentos
abordados por los padres abarcaron un amplio espectro del Instrumentum Laboris, pero
todos centrados en los planteamientos fundamentales del lema, como lo son la reconciliación,
la justicia y la paz. Varias intervenciones abordaron el papel que debe jugar el dialogo
interreligioso en la construcción de una África digna para todos. Po ejemplo el cardenal
Jean Louis Tauran, presidente del Pontificio Consejo para el Dialogo Interreligioso,
afirmó que se debe partir del reconocimiento del papel que juegan las religiones tradicionales
en la conformación del espíritu religioso africano. Reconoció el trabajo que realizan
otras religiones, como el Islam, e insistió en el trabajo mancomunado entre las distintas
religiones para la promoción de la reconciliación. El cardenal Tauran, así como otros
padres sinodales que intervinieron sobre este argumento, fueron críticos con el papel
que juegan las sectas, ya que se aprovechan de la sencillez y la precariedad de las
personas para atraer fieles a sus filas. Los obispos de Mozambique, que abordaron
estos temas señalaron que se está creando un lenguaje extraño, poco católico, debido
a la influencia de las sectas en amplios sectores de la sociedad africana
Otra
serie de intervenciones tomaron en cuenta el papel de la iglesia como agente de formación,
según se destaca en el número 95 del Instrumentum Laboris. Según los padres sinodales
una genuina evangelización en África debe enfocarse en la Palabra de Dios para llegar
al corazón de las personas, y a través de la catequesis ofrecer principios y valores
que ayuden también a la edificación de la sociedad, ofreciendo en los planes de estudio
de las escuelas católicas una seria doctrina social de la iglesia que ayude a profundizar
la inculturación y que no se quede solo en los ritos o en los principios teológicos.
Una
intervención que es necesario destacar fue la que hizo Mons Robert Sarah, secretario
de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, quien refiriéndose al n.
31 del Instrumentum Laboris hizo un llamado de atención sobre el daño que está causando
en la sociedad africana la teoría de género. Después de explicar los principios sobre
los cuales se sustenta esta teoría, sobre todo el de la construcción social de la
sexualidad, Mons Sarah indicó que en el continente africano la vivencia de la masculinidad
y la feminidad son un factor clave para el mantenimiento de la familia y la forma
como son criados los hijos. El hombre, la mujer y los niños forman la célula de base
de la sociedad africana. Por eso hizo un llamado para afrontar esta ideología de genero
que la iglesia se avoque a trabajar por la formación clara de la familia, ofreciendo
a los agentes de pastoral las herramientas y conocimientos necesarios para poder defender
a los creyentes de esta ideología.
Para finalizar, es preciso destacar
que algunos padres sinodales al hablar de la reconciliación en África, piden a la
Iglesia que sea testigo de esa reconciliación y del perdón. Piden que se comience
el ejercicio de la reconciliación desde el interior de la iglesia misma para que pueda
dar un mensaje creíble a la sociedad, y siga cumpliendo el importante papel de ser
agente de reconciliación y de paz para un continente que, no obstante ser tan rico
en recursos, tiene inmensas cantidades de personas viviendo en extremos de pobreza
inhumanos.
Desde el aula del Sínodo de los obispos en el vaticano,
les reportó David Gutiérrez