Intervención de Mons. Michael WÜSTENBERG, Obispo de Aliwal (SUDÁFRICA)
S. E. R. Mons. Michael WÜSTENBERG, Obispo de Aliwal (SUDÁFRICA)
El
laicado y la jerarquía no siempre están de acuerdo. La reconciliación es necesaria
en la Iglesia. Un plan pastoral conduce al desarrollo de una comunidad mejor. Esta
reconciliación en la Iglesia afecta el compromiso evangelizador de los laicos para
reconciliar un mundo desunido. La unidad y la cooperación de la Conferencia de los
Obispos apoya el laicado en lo referente a su interconexión. Las pequeñas Comunidades
Cristianas - arraigadas en la fe - están conectadas en el campo social para transformar
la sociedad local. El compromiso se realiza también por medio de diferentes instituciones.
Con un déficit amplio de una catequización profunda, dicho compromiso en “todos los
estratos de la humanidad” necesita una formación concienzuda. Las instituciones que
trabajan en los diferentes niveles para colaborar con los trabajadores de la pastoral
y los laicos en una formación completa. Aunque queden por hacer algunas actividades
para crear redes fuertes y eficientes. Las interconexiones de los obispos con los
laicos en los foros Pastorales pueden ser mejor llevados también en los niveles regionales
y continentales. El ministerio de los laicos en relación ala reconciliación necesita
reconocerse en las celebraciones que aseguren y confirmen e, incluso, se preparen
para dicha misión. La experiencia del sacramento ofrece una formación abierta a lo
divino. La falta de celebraciones del sacrificio de la reconciliación en la Eucaristía
impide la experiencia habitual de la relación íntima entre Cristo con uno mismo y
con los otros. Este desequilibrio de la vida consagrada de la Iglesia necesita ser
reconciliado para bien de una espiritualidad completa de la reconciliación.